Ella es una noble inglesa. Él es un soldado ruso. Hungría
acaba de ser invadida por la URSS. Ella está tratando de sacar del país a su
novio, un nacionalista húngaro. Él está controlando la frontera. Corre el año
1956. La película es “The Journey” -Rojo atardecer-, de Anatole Litvak y fue
filmada dos años después. Él es Yul Brynner. Ella es Deborah Kerr. Son
enemigos. Su relación es imposible pero se besan. ¿Alguien me puede explicar
por qué en la novela brasilera “Em familia”, que sucede en 2014 y está filmada
en 2014, Clara y Marina no se besan, si hasta en “The Journey” Deborah Kerr y
Yul Brynner se besan?
El beso, señoras y señores, es el gran protagonista de la
ficción. Durante los tiempos de la censura -el código Hays en Estados Unidos; o
gobiernos religiosos, conservadores o militares en diversos tiempos partes del
mundo-, el beso no sólo simbolizaba la consolidación de una relación, sino que
reemplazaba una relación sexual completa. Después del beso no había vuelta
atrás. Muchas películas terminaban con un beso, justo cuando los amantes habían
sorteado sus dificultades y se disponían a vivir en eterna felicidad fuera de
la pantalla.
Pero Clara y Marina no se besan.
Pero nuestras chicas, cuya química ante la pantalla es
innegable, parecen más adolescentes que las protagonistas de “Faking it”, que
ni siquiera son lesbianas -por ahora- y
ya se han besado varias veces. ¡Y eso que estamos hablando de una comedia de media
hora que se emite una vez por semana!
Tampoco podemos negar que, en el sentido de exponer una
relación lésbica realista, el mundo sajón lleva la delantera. Allí están para
corroborarlo las chicas de “The L Word”, las de “Lip Service”, y más
tímidamente las alemanas de “Forbotten Liebe”.
En el mundo latino e hispano nos quedamos atrás por
prejuicios sociales muy arraigados y por la preocupación acerca de la opinión
de la audiencia. Así los finales de Ana y Teresa en “Amar en tiempos
revueltos”, de Isabel y Cristina en “Tierra de lobos” y de Silvia y Pepa en
“Hombres de Paco” han sido trágicos, aunque haya habido besos y mucho más.
Ha pasado mucha agua bajo el puente desde 2008, cuando
Olivia y Natalia se conocieron en la soap opera “Guiding light”. De alguna
forma, aunque ahora la historia parece avanzar más rápido, Clara y Marina las
recuerdan por dos cosas: el trasplante de corazón, que en este caso es del
marido de Clara y en aquel era de una de las protagonistas; y el no beso. Ya
viene siendo hora de que las ficciones que intentar retratar la vida lésbica,
se decidan a aceptar que el deseo entre mujeres existe, que no siempre está
ligado a un amor platónico y que la visibilidad que intentan ofrecer incluye
tanto el sexo, como el beso.
Norma
hola sigo la novela existen varios grupos clarinas de las actrices que debaten todo este tema de que no haya beso y si causa molestia por la homofobia que nos demuestra o globo y Brasil un pais que quiere pertener al primer mundo y aun no permiten un beso entre dos mujeres, igual estamos alli y seguimos a la novela solo esperamos un cambio de pensamiento de la cadena o globo y nos permita que el amor entre clara y marina se viva abiertamente.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en parte pero somos cómplices cuando seguimos una serie que no aporta nada. Y mientras pretendamos que ellos entiendan o den un giro a la historia es una perdida de tiempo opinar en algo que es mas que evidente que han hecho y es que nos toman por estupidas al seguir una serie que aborda el tema sin siquiera poder dar un beso en pantalla. Quienes son mas estupidos , quienes la escriben? O quienes la siguen y se quejan ?
ResponderEliminarBueno chicas opino li mismo aun q crean a un estando un pais libre como es USA. aqui comunidad hispana lo recriminan x ser lesbiana oh gay tus. amigos oh tu familia.
ResponderEliminarNo es cuestión de quién es más estúpido. Es cuestión de que si una cadena pretende retratar una historia lésbica, es el colectivo lésbico quien puede marcar las inconsistencias de la trama... ¿quién iba a hacerlo si no? Opino que a nosotras nos cabe decir lo que consideramos que es acertado y lo que consideramos que no nos describe como lesbianas. Tal vez, para Brasil, esta trama sea un avance grande en cuanto al tratamiento del tema, porque si tienen tanto prurito por un beso de dos chicas en pantalla, parece que no es frecuente que se toque el tema...
ResponderEliminarVale puedo estar de acuerdo con vos. Pero como mencionas una cadena pretende retratar una historia lesbica, y no se pueden dar un beso? Es una bobada o como dijo aquella una estupidez y lo digo sin el afán de ofender a nadie.
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