Amar no es para siempre
Los
personajes de ficción viven y mueren, padecen las vicisitudes de todo humano.
Pero cuando un personaje de ficción -o dos- trascienden la identificación
personal para convertirse en la voz de un colectivo o simbolizar toda una época,
entonces, abandonan su categoría de ficción para convertirse en emblema.
Ana
Rivas (Marina San José) y Teresa García (Carlota Olcina) se enamoraron siendo
muy jóvenes. Tenían diferencias: una era rica y resuelta, la otra pobre y
batalladora. Almas gemelas. Vivían en una España devastada por la guerra y
gobernada por Franco. No tenían ni una mísera novela barata para identificar lo
que les sucedía. Pero su amor era auténtico. La vida no les fue fácil. Sin
embargo, luego de innumerables peripecias y pérdidas, lograron ser felices
juntas. Hasta aquí lo que nos habían contando, de forma despareja pero intensa,
las temporadas cuarta y quinta de la serie española “Amar en tiempos revueltos”
que fue emitida durante varios años por Televisión Española.
Cuando
soplaron aires de cambio político la serie mudó a una cadena privada, Antena 3,
y cambió su nombre. Los conflictos sociales que habían sido médula de las
historias pasaron a ser su decorado, y también mudó el nombre: “Amar es para
siempre”, quizá porque los tiempos ya no tenían que verse como revueltos o
porque el amor verdadero y normalizado debe suceder exclusivamente dentro del
matrimonio heterosexual, vaya uno a saber.
En
esta deriva de concepciones y calidad -poca es la acción que se ve hoy en
pantalla, antes se prefiere que el diálogo resuelva todo, resultando agotador
el reiterado recurso de que un personaje le relate a otro lo que sucede casi de
forma radial- la producción de Diagonal TV no encontró otro recurso para salvar
a uno de sus más importantes personajes, el detective Héctor Perea (Javier
Collado), del escarnio de la bigamia, y dar así trama a la alicaída serie que
ha perdido casi la mitad de los espectadores que la seguían en sus mejores
momentos; no encontró otro recurso, decíamos, que anunciar la muerte de Ana y
Teresa, junto al hijo de Ana, Alejandro, en un incendio de un hotel en Lisboa,
Portugal.
No
vimos el incendio, ni los cuerpos calcinados de Ana y Alejandro, ni la agonía
de Teresa quemada y sola hasta su muerte. No vimos una conversación de la
pareja, ni una despedida, no vimos la llegada de Héctor a Lisboa, ni una
conversación con el médico en el hospital. No vimos nada. La serie nos obliga a
un acto de fe y, como podrán suponer por su experiencia los calificados
guionistas que dan vida a los personajes, lo que no vemos, no existe. “Corazón
que no ve, corazón que no siente” dice el dicho.
Incineradas,
pues, las dos mujeres que llevaron adelante la historia que simbolizaba el
lesbianismo en la España franquista, sin que de ellas quede vestigio ni
memoria, salvo la de su fiel audiencia, “Amar es para siempre” parece haberlas
castigado antes que poner de relevancia su valor y su amor. Lejos de reflejar
la lucha de las lesbianas por su felicidad y su autodeterminación, la novela
muestra el fracaso de una historia, la condena de un amor “impropio” en
salvaguarda de los valores sempiternos de la familia española y vuelve así a invisibilizar
lo que de forma reiterada y explícita dijo que quería visibilizar.
La
indignación no es poca y es directamente proporcional a la discriminación que
se huele en este final gratuito, mal planteado y peor realizado. Porque ya no
se trata sólo de dos personajes de ficción, sino de una manera de ver el mundo,
de una rancia forma de intolerancia cuyo tufillo se huele desde lejos, y de una
enorme falta de respeto por el público que le dio al producto televisivo de
Diagonal TV el mayor éxito de toda la saga.
Pero
a no preocuparse, el público suele cobrarse este tipo de deslealtades de manera
implacable. “Hombres de Paco” jamás pudo recuperarse de la muerte de Silvia.
“Tierra de lobos” cerró su temporada con la muerte de Cristina. Y amar no es
para siempre.
Norma Arana
25
de Mayo de 2014.
Lo de Ana y Teresa ha sido una barbaridad en toda regla. Una historia con final feliz que ya estaba cerrada y la abren para destrozarlas completamente, no hay quedado ni el niño. Nunca había visto un giro así en una trama, ¿qué les pasa a Diagonal? ¿de dónde sale esta inquina?
ResponderEliminarparece que en España la unica torta feliz que quieren ver es con velitas arriba.
ResponderEliminarHa sido una decisión nefasta. ¿Sabe lo que hace Diagonal o simplemente va a la deriva, inventándose los giros a salto de mata?
ResponderEliminarNo es x na, pero tan copiao el comentario to guapo x hay xd
ResponderEliminarNo entiendo... Norma
EliminarHan eliminado a dos personajes simbólicos imaginando para ellas la pero muerte: quemadas vivas junto a su hijo. No nos queda más remedio que pensar que su muerte es simbólica también. Porque no nos han dado otra razón. Su muerte no ha tenido que ver con su vida, ni siquiera han contado con ellas.
ResponderEliminarPara lo único que se las recuerda, y sólo a Teresa, es como la causa de los problemillas de la pareja heteroñoña.
Ellas no murieron, todo fue un montaje para poder huir a argentina y dejar libre a hector para casarse con la mujer con la que estaba saliendo. http://www.rtve.es/television/20120925/ana-teresa-consiguen-libertad/565009.shtml
ResponderEliminareso sucedio antes me parece....
EliminarHicieron eso porque un periodista las estaba chantajeando con unas fotos, pero no murieron.
EliminarEsa nota es de hace uno o dos años chicas... asi nos dieron el final feliz que ahora se supone destrozaron
EliminarPrimero se fueron a Santander, luego regresaron a la serie para arreglar papeles, Ana compró un periódico para que no escribieran noticias metiéndose con los Rivas, la dueña del periódico manda a un trabajador a Santander para encontrar algo para hacer chantaje a Ana y después Ana se ve obligada a darle la empresa a su anterior dueña. Ya se van las dos a Santander y al cabo de unos capítulos llega la noticia a Madrid de que Ambas han tenido un accidente, así que Héctor lo pasa fatal y cuando está en la tumba de Teresa despidiéndose aparece Alejandrito, Ana y Teresa y le explican a Héctor porque han hecho todo eso.
EliminarPor lo que yo entendí sobrevivieron para irse a Argentina. Aparte está toda su historia en rtve
Sí, Estela. Ese fue el final que le dieron en AETR. Pero ahora la serie ha seguido con el nombre de Amar es Para Siempre, y Héctor sigue en ella. Se enteró de que Ana, Alejandro y Teresa estuvieron en un incendio horroroso en Portugal. Ana y Alejandro murieron en el fuego, Teresa sobrevivió con quemaduras horribles de 3er grado en 40% del cuerpo pero eventualmente murió también. Todo esto pasó fuera de cámara y fue simplemente un instrumento para darles problemas a Asun y Héctor, quienes están peleados ahora y se les anuló el matrimonio y al él casi lo meten preso por bígamo (pero eso ya se resolvió).
EliminarVamos que las han matado 2 veces, que estupendo.. y encima para colmo castigan que Héctor las dejara ir con la anulación de su matrimonio. Vaya guionistas.. Casi que prefería quedarme con el final de tve, bien dicen que ojos que no ven corazón que no siente :P
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