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actualizando el blog de La Teta Feliz por problemas de tiempo, por mi trabajo. Yo sigo en mi blog personal, y tratando de actualizar La Teta Historia. Pero no La Teta Feliz. Sepan Disculpar.

Atte Jjaxxel



22 oct 2013

No Me Olvides - Sombra234 - 32

Capítulo 32

EN SILENCIO…

Entre el corazón y los labios hay un camino de palabras en silencio.
La calidez matutina envolvía todo mientras las risas infantiles empezaban a llenar la casa de alegres pasos, Elena descendió en compañía de su esposo con el fin de desayunar descendía con alegría las escaleras en parte porque sentía que las nauseas que disimulaba y los mareos se estaban marchando lo que la obligaría a tener que… su boca se abrió levemente al ver a Stefani abrazada al pie de la escalera a Andrea, pero más allá de aquella acción le sorprendía la suavidad de los gestos, la discreción de la conversación que entablaban porque era  claro  que allí había algo diferente.

Observo a la banda en pleno pasar silbándole a la joven rompiendo el momento, para empezar una pequeña escaramuza matinal típica de los amigos cuando molestaban a algún otro extremadamente acaramelado, notando como acababan discutiendo rumbo al comedor sin que la mano de su cuñada fuera soltada en ningún momento.
Con suerte y no tendría que esperar tanto, estaba por bajar de nuevo en el momento que Vittoria paso moviendo su raqueta de derecha a izquierda con bastante emoción lo que le recordaba otro asunto importante, porque habían formas de bailar y la de la otra noche no entraba dentro de las decentes dirigió su mirada más pesada para ver la raqueta dejar de agitarse generando que el inmenso cielo de los ojos de Victoria la enfocara – Buongiorno - negó con la cabeza notando el gesto de desconocimiento - ¿che cosa?.
-Si sa- escucho un suspiro algo enfadado- Vittoria - dejo escapar amenazantemente.
-No lo son- ladeo la cabeza  viendo como le dedicaban una profunda observación a la raqueta, desentendiéndose de ella- No lo son…- le repitieron con una suavidad que la abrumo estaba por bajar las escaleras cuando Amara apareció dándole un empujón a su prima también con una raqueta en la mano.
-Buenos días- observo la sonrisa relajada de Amara y al parecer una mejor disposición de hablar que Vittoria la cual simplemente continuaba analizando su raqueta - ¿Pasa algo?
-Anoche, su baile- se cruzo de brazos observando a Amara riendo a carcajadas mientras se pasaba la mano por el cabello con despreocupación.
-Anda Elena era una bar, un baile y estaba atestado de gente… ¿Nunca has bailado así antes?-  desvió los ojos levemente- además solo nos divertíamos no le veo nada malo… Victoria no se sintió incomoda porque en dado caso me lo hubiera dicho.
-Lo sé- dejo escapar quedamente - es solo que si no se llevan bien pues…
-Espera- enfoco a Amara con sorpresa - somos competitivas eso no quiere decir que no la soporte - escucho la risa suave - la italiana ya sabe que tenemos un trato cordial y tu también - termino de descender la escalera para alzar el mentón enfocando con intensidad a Amara, mientras juraría sentía la mirada preocupada de su prima sobre ella pero esa condenada de Amara no desvió sus ojos para nada como buena Savedra que era - Algo más - esa frase sin duda había sonado algo molesta - Porque vamos a jugar tenis después de desayunar.
-Molto bene - escucho a Victoria carraspear quizás porque su usual y perfecto español se acababa de ir  al traste, posiblemente por la sensación de enfado que la actitud de Amara le genero, esa misma que a pesar que había aclarado que estaba bien seguía mirándola desafiante a los ojos.
-Amara- escucho el tono suave  de la voz de su prima- ¿Andiamo?- fue entonces solo entonces que los ojos color tormenta la dejaron de enfocar para reparar en su prima y asentir dirigiéndose al comedor, y sin embargo ella ladeo la cabeza siguiéndola con la mirada para dar de lleno con los ojos grises de Amara que al parecer hacían lo mismo….
Clarisse observo a su nieta porque así la consideraba tomar asiento con tranquilidad, entre las conversaciones amenas que solían invadir el comedor, noto la raqueta a su lado y a la joven italiana preparada al parecer también para ello, pero lo que le llamo la atención fue la mirada amenazante de Elena Del Valle y como Amara se la regresaba con idéntica intensidad, observo el plato de comida intacto, su nieta no paso ni diez minutos en el comedor antes de levantarse sin tocar la comida y abandonar el mismo, dejando la raqueta tirada.
Se giro a mirar a la Victoria levantarse de golpe tomándose todo el jugo y llevándose una tostada en la boca para estirar la mano con elegancia recogiendo la raqueta de Amara, sus ojos la siguieron para luego enfocar a Elena y el gesto de evidente fastidio en su cara ¿Pero qué paso?, se cuestiono internamente con preocupación más hacia su nieta que cualquier otra cosa.
-Amara- Victtoria llamo con suavidad a su futura rival que la ignoro de lleno para continuar subiendo las escaleras_ Amara- llamo de nuevo con preocupación - Arian- la mención del nombre genero que Amara se detuviera del todo a medio pasillo del piso donde estaba sola - Nuestro juego…- movió la raqueta intentando esbozar una sonrisa inocente.
-Tengo trabajo- parpadeo sorprendida ante aquello- no tengo tiempo para tonterías y menos para soportar miraditas altaneras de tu prima- suspiro con algo de abatimiento esperaba que Arian al menos fuera inmune a las miradas de Elene pero al parecer no era así.
-Arian- la llamo ubicándose a su lado - la mía prima es molto protectora, Elena ha cuidado de mi desde que soy una… niña- dejo escapar con algo de inseguridad sobre la palabra adecuada- es totti…- estiro su mano tomando la de la joven con algo de inseguridad- Arian por favore…
-Tengo trabajo- tomo la mano con más firmeza al sentir que se intentaban soltar de la suya, era una tontería lo sabía, Amara era un mujer viuda, que estuvo casada con un hombre maravilloso, acaricio la palma con suavidad, en su vida algo que siempre supo hacer era dejar ir las cosas, toda ilusión de practicar un deporte o tener una vida normal la dejo ir… incluso ahora seguía dejando ir cosas, entonces ¿Por qué le costaba tanto dejar ir aquella mano? Bajo el rostro soltándola del todo.
-Va Bene- dejo escapar con suavidad dándole la raqueta para girarse con toda la dignidad que le era posible aparentar, ¿Cómo era posible que la vida cambiara en un instante?, en la madrugada estaba feliz muerta de frío nadando en la piscina y ahora ni siquiera querían verla…. El firme apretón en la muñeca la hizo detenerse en seco para enfocar a Arian que simplemente miraba hacia otra parte.
-Te dije que tenía trabajo… no que te fueras…- la miro con sorpresa- tengo un libro interesante y si quieres puedes leerlo mientras trabajo y…- escucho la pausa- olvídalo…
-No-  sintió como soltaban su muñeca por lo que tomo la mano con firmeza- io tengo molto sueño-  algo avergonzada- tu trabajas io duermo- noto como le asentían con suavidad por lo que tiro de ella sonriendo hacia la habitación- Arian…- la llamo quedamente- día en casa…
-Día en casa- le respondieron guiándola a la habitación con tranquilidad mientras ella sonreía aliviada de al menos en ese instante de no soltar aquella cálida mano.
La habitación de Arian era por mucho algo que Vittoria no esperaba, por la forma que proyectaba simplemente esperaba algo más ordenado no aquel caos de papeles distribuidos por la cama, la ropa sin desempacar, la laptop abierta sobre el escritorio y la taza de café frío a su lado ¿Dónde dormía? Enfoco la manta tirada en el piso con algo de sorpresa antes de mirar a Arian recogiendo los papeles de la cama ¿Por qué dormía en el piso?
Se giro para ver como recogía los papeles de la cama dándoles perfecto orden en minutos- Ya casi te puedes recostar- le escucho decir con suavidad ubicándolos en el escritorio de cedro de la recamara que al parecer había sido reubicado justo al frente de la ventana- Disculpa el desorden he estado algo atrasada con el trabajo.
-¿No te dieron vacaciones?- cuestionó al verla cargar la ultima pila de papeles hacia el escritorio mientras escuchaba la risa divertida.
-Yo nunca tomo vacaciones - le escucho explicar - le dije a mi Jefe que debía acompañar a mi familia pero que seguiría trabajando, el hombre asegura que no le importa donde este mientras siga haciendo lo mío y esta semana no tenía que ir al tribunal.
-¿Solo pediste una semana?- cuestionó observando cómo le asentían con suavidad- Mandonna mia io estaré aquí otra semana más - se dejo caer en la cama con suavidad disfrutando del colchón encantada.
-Entonces no te veré en un tiempo- soltó un suspiro resignado ante la tranquilidad de la frase haciéndose un ovillo mientras abrazaba la almohada - epa baja los zapatos de la cama - escucho el tono serio.
-Tu dormitas allá- le dijo señalando con pereza el suelo- io tengo sueño.
-Se dice “tu duermes”, Tory… quítate los zapatos- el tono serio hizo que se aferrara más a su almohada antes de sentir como tiraban de su pierna por lo que dio un grito divertido- anda eres una niña cuando quieres…
-No quiero- estiro la pierna escuchando un suave auch antes que el cuerpo callera de lleno sobre el suyo provocando que los ojos tormenta le miraran fijamente, casi juraría que un destello de travesura rompió el cielo gris que los encerraba, acaricio la mejilla con suavidad- ¿Por qué duermes en el suelo?- el tono cambio levemente mientras sentía el peso agradable sobre su cuerpo.
-De niña con mi madre, dormía en el suelo siempre, ceras, escaleras, edificios viejos… en el suelo- sonrió al sentir como Arian simplemente se dejaba caer levemente refugiando su rostro en el hueco entre su cuello y el hombro- el psicólogo del orfelinato decía que dormía en el suelo porque no quería dejarla ir…
-¿Y cuándo te casaste?- cuestionó suavemente enredando un mechón casi tan negro como los suyos entre sus dedos.
-Alonso usaba la cama… hacíamos el amor, y luego cuando se dormía… yo acababa en el piso- rió quedamente al escuchar aquello- siempre se enfadaba, decía que estaba casado para abrazar el cuerpo desnudo de su esposa toda la noche, no para amanecer solo en una fría cama- ¿Y tú?
-Las mejores camas de los hospitales- dejo escapar divertida- algunas más duras que otras, pero a como avanzo mi padecimiento se volvieron más suaves…. Y en cuanto hacer el amor, no podía porque primero no tenia con quien y segundo no me fuera a dar un infarto- rió quedamente- tuve el primero a los seis años, así que no tuve una niñez o adolescencia normal- escucho un suave suspiro sobre su hombro- ya sabes no bailes, no graduaciones, no deportes o paseos… no amor, no matrimonio- dejo escapar con suavidad- no sexo.
-Eso era antes- sintió como se separaban levemente de ella- ahora tienes un corazón nuevo, una vida por delante y podrás tener amor, matrimonio y sexo claro no necesariamente en ese orden- rió suavemente ante la tranquilidad con que le miraban- ya habrá un chico afortunado- arrugo la nariz al escuchar aquello- ¿Y ese gestecito?
-Nada- percibió como le tironeaban el cabello suavemente antes de escuchar su nombre en tono serio- io no quiero un chico- escucho el suave silbido- ia va bene…mia familia no me permitiría amar a una ragazza como io, son molto conservadores así que nunca tendré un amore, no el que io quiero….
-Es interesante- observo el rostro apoyado sobre la mano derecha con interés- tu corazón antes no te dejaba vivir ¿cierto?- asintió quedamente- ahora estas sana y fuerte entonces ¿Por qué no te permites vivir?- parpadeo confundida- Victoria tu mejor que nadie eres capaz de comprender lo valiosa que es la vida, entonces deberías luchar por lo que quieres- la miro algo sorprendía- Tory disfrútala y que lo demás no importe- la vio levantarse con tranquilidad- zapatos fuera… hablo enserio.
-Si- sonrió sacándose los zapatos para abrazar la almohada enfocando la espalda a pasos de ella con una enorme sonrisa en los labios mientras sus ojos se sentían pesados… “vivir su vida, sonaba muy agradable”.
-Descansa….
La música del carrusel volvía a resonar en su cabeza generando que soltara el aire suavemente intentando tranquilizarse y no sacar su arma para disparar a la maldita cabeza del unicornio en la cima  del mismo de donde escapaba aquel ya desagradable sonido, después de casi dos horas era más que claro que su inmaculada paciencia se empezaba a evaporar producto de la falta de sueño y el extremo cansancio que se alojaba en su cuerpo desde la noche y madrugada anteriores, encima estar en casa en una cama sola no había ayudado a su humor, que el celular de Herendira sonara ocupado tampoco.
Paseo sus ojos alrededor la feria vacacional estaba a reventar a lo lejos escuchaba la música del área de conciertos resonando con fuerza, las voces de los vendedores y los murmullos de cientos de conversaciones y claro aquella maldita música del unicornio. Ella estaba en el peor lugar posible a un lado del entarimado donde el Alcalde daría en breve su discurso de apertura, una brevedad que ella sentía una eternidad por aquella maldita musiquita, soltó un gruñido de molestia notando el movimiento inquieto de Tormenta, cosa natural aquello era un hervidero de gente.
Se irguió observando pasar a varios niños saludando por lo que regreso el saludo a su vez relajándose un poco antes de regresar a la pregunta de rigor ¿Por qué Herendira no le respondió el teléfono?.... ¿Por qué todos la querían casada?, ladeo al cabeza al parecer su tío estaba convencido que se iba  casar, eso era culpa de Virginia sin duda… la misma idiota que le dejo ese estúpido regalo de bodas, gracias al cielo regreso antes que Herendira a casa… ¿Pensar en boda era ir muy rápido o no?, la chica aun las definía como amantes, tampoco ella hizo algo para que pensara diferente pero amor y matrimonio eran palabras muy grandes… se acomodo la boina algo incomoda, sin duda ella venia brincándose pasos con Herendira.
La cosa era ¿Por qué todos la querían casada con Herendira?, es decir novias había tenido antes y nunca se puso nadie a insistir con el matrimonio, pero ahora hasta los idiotas de los gemelos la habían molestado con ello- Estúpidos gemelos- murmuro quedamente. El ruido del micrófono fuera de sintonía resonó en sus oídos generando que volteara a ver a un hombre mayor que la enfocaba fijamente.
-Oficial- escucho que le decía por lo que bajo levemente su boina a modo de saludo antes de regresar su atención al sitio que vigilaba- parece muy ocupada- asintió suavemente- que silenciosa es usted- noto al hombre impedir su campo visual del todo.
-Mi trabajo no es ser platicadora Señor- estiro la mano apartándolo con delicadeza- disculpe pero me impide el campo de visión-  escuchando la risa divertida del hombre.
-Vamos Señorita los dos sabemos que usted es un adorno más- apretó el puño al escuchar aquello- no una policía de verdad- se giro a enfocarlo recordaba perfectamente el gesto libidinoso la noche anterior en aquel rostro- así que relájese.
-Estoy segura Señor que se sorprendería de lo que es capaz de hacer este adorno-  bajando peligrosamente la voz para notar la mirada de sorpresa del hombre- recuerde que las muñequitas mas lindas son las que suelen derrumbar imperios enteros- escucho el suave refunfuñar del hombre y los pasos silentes alejándose para detenerse a pasos de ella.
-Soy Víctor Villafiel- le aclararon sin lograr que su rostro se inmutara siquiera- debería medir su lengua jovencita.
-Yo soy Vanessa Savedra- respondió con sequedad- y usted es quien debería medir su lengua… después de todo soy una representante de la ley y el orden- le afirmo lanzándole una mirada asesina que el hombre evadió dándose la vuelta en el acto- y no le tengo miedo a nada- susurro por lo bajo antes de regresar su mirada a sitio que vigilaba.
Las risas resonaban en sus oídos con fuerza, a la vez que un suave regaño cada tanto observaba los delgados bracitos extendidos como si de un vuelo se tratara y cada tanto los cabellos idénticos a los de Evelyn girar alrededor suyo con diversión -Alison me estas mareando- rió suavemente al escuchar la voz de Evelyn algo insegura.
-Déjala si vomita nadie la ayudara- noto como todo movimiento de la niña se detenía y empezaba a caminar normalmente, era temprano aun pero la feria vacacional estaba reventar y avanzar hacia el área de juegos era algo complicado, observaba con detenimiento a los niños aunque cada tanto miraba a su acompañante centrada en ellos, al parecer con preocupación de que alguno se alejara de mas.
Paseo su mirada por el lugar cualquiera pensaría que no habría tanta gente en la ciudad en esa época del año, pero por la actividad estaba claro que ese año era algo diferente observo varios policías pasearse por la zona, eran bastantes incluso diría ella que algo exagerados porque cada nada se topaba alguno y había varios quietos vigilando, parecía que esperaran un atentado. Estiro la mano tomando la de Evelyn antes de acercarla con fuerza a su cuerpo- Vamos a otro sitio- le dijo quedamente.
-Le prometimos a los niños traerlos aquí- negó con la cabeza suavemente enfocando a Alison y  Raúl que miraban todo emocionados- demasiados policías- observo como Evelyn giraba y analizaba como ella aquella situación, la vio estirar la mano atrapando a sus hijos- Cualquiera diría que esperan un atentado- dejo escapar con suavidad ignorando las protestas de los niños.
-Andas lenta- le dijo divertida.
-Me tienes algo distraída- desvió los ojos incomoda ante aquel comentario, era verdad Evelyn no era la única distraída en parte porque se moría por tenerla desnuda en su cama pero con dos niños de por medio cada que deseaba besarla se veían interrumpidas por alguno o por alguna travesura y la verdad empezaba a desesperarse- no hagas esa cara- enfoco el rostro divertido- mi casa estará habitable pronto y me podrás demostrar de que tanto presumes.
-Lo mío querida no es presunción- le  suavemente- es una deliciosa realidad- dejo escapar casi en un gemido sobre su oído escuchando el suspiro de satisfacción de Evelyn.
-Hace calor o ¿soy yo?- rió con fuerza al ver los ojos entre deseosos y divertidos - Pero bueno lo del calor lo resolvemos luego, ahora me preocupa tanto policía- miro alrededor con algo de tensión escuchando las protestas de Alison ante el agarre de su madre.
-Ya niños- observo como ambos pares de ojos la enfocaban con interés- vamos a ir al balneario mejor, muero de calor- observo los ojos iluminarse con alegría- total que es un día más metidos en la piscina… y aquí hay demasiada gente- hizo un gesto en extremo pensativo llamando aun más la atención de los niños- eso quiere decir que el balneario debe estar vacío- escucho los gritos de alegría mientras ambos niños tiraban de Evelyn instándola a regresar sobre sus pasos.
-Espero que no pase nada malo- le escucho decir- lo último que quiero es que nuestras vacaciones se vean interrumpidas por un estúpido atentado- le afirmo.
-No quiero tener que hacerle autopsia contra tiempo a más de veinte cadáveres- soltó un suspiro algo pesado - además el único cuerpo que quiero examinar francamente es el tuyo.
-Querida… estoy en plena disposición de ello- sonrió mirando con descaro el suave movimiento del trasero… sin duda examinar el cuerpo de Evelyn se convertirá en el evento del año para ella.
Los cafés alrededor de la feria vacacional estaban a reventar, cosa inesperada y bastante incómoda para lo joven de cabellos negros que se revolvía en su asiento, había mucha gente aquello iba a ser un tema delicado, además si ella no se equivocaba su madre y hermana poseían el mismo temperamento… “La cagaste Georgina” se dijo mentalmente al ver entrar a su hermanita con una cara de cansancio única y el casco de motocicleta en la mano antes de que le sonrieran con sumo cariño.
La observo tomar asiento con aquella elegancia que le caracterizaba y la chica ignoraba, noto como pedía un café cargado guardando silencio al parecer tomando valor- Todo está bien- le dijo quedamente notando los ojos verdes temblar levemente- Hermanita- agrego con una sonrisa que le regresaron como espejo y le fue imposible no pensar que Herendira era la viva imagen de su madre.
-Perdona estoy algo nerviosa- escucho la risa suave_ fui poco precisa anoche- la vio tomar aire con fuerza antes de empezar a relatarle una serie de sucesos que escuchaba con atención y que se vieron interrumpidos solo por el café caliente, pero un nombre estaba enclavado en toda esa historia Vanessa Savedra, notaba los cambios de expresión en el rostro de su hermana, la determinación que no conocía en su voz y el creciente enfado al referirse a su padre_ No quiero que la lastime, porque la amo…
-Comprendo- trago grueso unos instantes- ¿Con que chicas eh?- rió algo nerviosa - eso explica muchas cosas- noto el intenso sonrojo por lo que rio abiertamente eliminando sus nervios iníciales- teniendo en cuenta el tiempo que no nos hemos comunicado has hecho bastante, casi puedo decir que tienes un familia propia- suspiro con pesadez mirando a la entrada- pero hay cosas que debo decirte yo también…- detuvo sus palabras al ver los cabellos rojos de su madre ingresar por la puerta enfocando el rostro preocupado de su hermana- no te enfades- dejo escapar quedamente observando la mirada confundida- escúchala por favor….
-¿Eh?- sintió la caricia cariñosa de la mano Herendira sobre la suya- ¿Georgi…qué?
-Hola hija- noto los ojos verdes abrirse desproporcionadamente mientras su hermana giraba enfocando a su madre antes de mirarla de nuevo- No te enfades con ella… es mi culpa siempre lo ha sido…
-Claro que si- enfoco el rostro enfadado de Herendira- ¿Cómo te atreves a venir a dar la cara ahora?- dio un suspiro notado la cara de seriedad de su madre y llevándose las manos a las sienes por instinto- No sé qué pretendes Sasha- escucho el tono despectivo encogiéndose en su silla- pero no resultara…
-No pretendo nada Herendira- observo las pupilas de su hermana temblar levemente ante la mención de su nombre y quizás también porque su madre si irguió del todo recordándole cuan imponente podía ser-  mi intención no vas más allá del solo hecho de hablar contigo, así que te pido que te tranquilices- observo sorprendida como su hermana se sentaba mientras su madre hacia lo mismo - Hola cariño- enfoco la dulce sonrisa de Sasha sin poder resistir el impulso de permitirle acariciar sus cabellos como si fuera una niña pequeña, había pasado tanto sin su madre que negarse al hecho de que era la persona más cariñosa en su vida sería casi una blasfemia porque ella le perdonaría todo a Sasha Montenegro.
-¿Es una broma?- abrió  los ojos enfocando los verdes intensos de Herendira fijos en ella con ira- Esta mujer nos abandono y tú te dejas tocar como si nada- escuchaba el dolor en el tono de aquella voz, era normal, era su derecho Herendira era pequeña cuando su madre se marcho, literalmente la abandono en las manos de Víctor y él le había recalcado que era su culpa que su madre se marchara…. Georgina suspiro lo de Herendira no era rabia era un profundo dolor- Vine hasta aquí para decirte algo Georgi y tu montas este circo… con esta mujer como la atracción principal.
-No le hables así a tu hermana- miro a su madre con sorpresa- si tienes rabia, ira y dolor dentro tuyo… dirígelos a mí porque yo los genere pero a tu hermana no te atrevas a reprocharle nada_ observo el duelo de miradas por infinitos segundos_ vine a hablar contigo nada más a dejar en claro mi verdad y mis razones… no las que tu padre te dijo, las mías.
-¿Y por qué te creería?- escucho la risa irónica de Herendira sorprendida- a ti y no a mi padre, que siempre ha estado a mi lado, dime Sasha ¿Dónde estuviste cuando me rompí el brazo?- observo a su madre bajar los ojos suavemente- ¿Cuándo me gradué y nadie fue a mi graduación?, ¿Cuándo era día de las madres y no tenía a quien darle un regalo? ¿Cuándo papá me  decía que no servía para nada? ¿Cuándo mi vida se convirtió en una prisión? ¿Dónde estabas, cuando mi padre me decía que era mi culpa que te marcharas?- escucho la silla de Herendira al ponerse la joven de pie- ¿Cómo te atreves a pedirme que te escuche?... cuando fuiste tú la que me dejo sola…- vio a su hermana girarse- tú te olvidaste de nosotros, te olvidaste de mi… rompiste tu promesa… de siempre estar a mi lado.
-Tienes una voz muy bonita-miro sorprendida a su madre quizás tan sorprendida como su hermana lo hacía- y se te arruga acá- vio como le señalaba la frente- como a mí cuando te enfadas- vio a Sasha bajar la cabeza como tomando aire- aunque la mirada es lo que más me sorprende es idéntica a la mía- enfoco finalmente a Herendira notando las lágrimas bajando de forma silenciosa por sus mejillas- quería llamar pero no debía, quería tanto - vio a su madre apretar los puños con ira- tanto sacarte de allí…. Pero no podía… me conforme durante años con saber que donde ibas de vacaciones- escucho la voz de Sasha quebrarse- con saber que cuando te caíste de la bici y te rompiste el brazo tu abuelo te cuido, con entender que el día de tu graduación el viejo testarudo te llevo a cenar…
-¿Cómo sabes eso?-  se sorprendió al ver a Herendira sentarse casi en automático- ¿Cómo…?- vio el gesto arrugarse levemente mientras su hermana parecía analizar algo…- Tu… llamaste cuando cumplí quince- vio el parpadeo mientras la joven se pasaba las manos por el rostro casi con violencia deseando limpiar las lágrimas que continuaban escapando de sus ojos- eras tú… ¿verdad?
-Si… ese día llore mucho- escucho a su madre- porque mi pequeña contesto- la vio hacer una pausa- tu abuelito siempre tuvo comunicación conmigo, así que sabía que estarías en su casa el día de tu cumpleaños con Miguel y Georgi- escucho la respiración pesada al parecer su madre hacia un esfuerzo sobrehumano por no perder la compostura- podía llamarte, pero no hablarte, era el trato con tu abuelito…. Así que llame y contestaste… recuerdo que decías ¿Hola? ¿Diga? ¿Mami eres tú…? pero no podía contestarte… no debía… porque si lo hacía te perdería para siempre…
-No se te ocurrió que al no contestar me perdiste - escucho la voz entre melancólica e iracunda - deseaba tanto que fueras tu… porque aun entonces te amaba, a pesar de todo lo que papá me decía, de lo mucho que me recalcaba su molestia por ser tu viva imagen, de que no paraba de señalarme como la causa de sus desgracias, de negarme sus abrazos y cariño por verme como tu… yo te amaba y aun creía en ti… creí firmemente que me llamarías ese día que… que… - Georgina vio con pesar a su hermana bajar el rostro intentando como su progenitora controlarse.
-Pero te llamo- dejo escapar sin poder controlarlo notando como los ojos verdes le miraban con sorpresa - mami te llamo-  de nuevo - te llamo como esperabas, quizás no te hablo pero te llamo, como me llamo a mí el día de mi boda sin hablarme… - sintió sus ojos arder - aunque yo deseara escucharla tanto como tú… ella llamo… no puedo imaginar que se siente llamar a alguien que amas y no poder hablar…. -percibió algo cálido resbalar por su mejilla - mami llamo- repitió con voz quebrada quedamente…
-¿Y de que sirve una llamada frente a años de abandono?- escucho el cuestionamiento sorprendida - tú te fuiste - parpadeo varias veces al escuchar aquello -yo me tuve que quedar, siendo alguien que no deseaba ser, viviendo una vida que no quería y ahora que al fin siento que mi vida es mía… me la intentan quitar de nuevo, ¿Por qué quieres que hable con esta mujer que no conozco? - negó suavemente- Georgi ella solo busca calmar su conciencia porque nos abandono, no es que nos ame… es como papá dijo solo pensaba en ella cuando se marcho, y en que nosotros, yo era una carga…
-Eso no es verdad- enfoco a su madre con sorpresa- tú no eras una carga, eras una bendición- escucho a su madre hacer una nueva pausa- lo que paso entre tu padre y yo no era algo que se pudiera controlar o algo de lo que tu inocencia amada hija tuviera culpa alguna, tú no eras responsable más que como tus hermanos de llenar mis días de alegría- la vio levantar la mano al predecir un reproche de Herendira- me fui porque su padre me amenazo con lastimarlos, me amenazo con hacer que me odiaran… me aseguro que nunca podría volver a verlos y que más me valía desaparecer y nunca volver.
-Y no pensaste que al irte te odiaríamos- la voz de Herendira resonó con más fuerza de la que Georgina consideraba adecuada- al final el resultado fue el mismo, porque al menos yo te odio profundamente- cerró los ojos al escuchar aquello_ y no te creeré nada de lo que digas de papá porque te repito el sí estuvo conmigo ese hombre puede tener un millón de defectos pero nunca me abandono…
-Ese hombre fue el que me alejo de ti- se sorprendió por la ira que la voz de su madre reflejaba por primera vez- ese hombre es el que se encargo de que me odies, dándote una realidad que es un gran mentira… ese hombre al que llamas padre es el monstruo de esta historia y si hija te abandone, me largue creyendo que era lo mejor y lo arruine- escucho como la voz de Sasha se elevaba levemente- pero te amo y te amare profundamente toda mi vida, sino no estaría aquí intentando reparar mi error, y si me odias… bien… pero escúchame al menos antes de seguirme odiando.
-¿Y qué tendría que escuchar de ti?- la frialdad de la voz de Herendira le sorprendió sobremanera - un montón de excusas que no cambiaran el hecho que te largaste, al final Sasha no estás aquí porque quieras arreglar algo, sino por un acto de pleno egoísmo… pero yo no seré tu maldito juguete, no soy algo que tiras a la basura y luego puedes recoger…
-Claro que no porque no eres un objeto, eres mi hija- observo la seriedad de su madre - y como mi hija que eres te diré toda la santa verdad - vio la intensidad en los ojos de su madre - tu padre me golpeaba hasta el cansancio, me humillaba hasta que la dignidad que tenia fue destruida parte por parte…. Y yo no lo dejaba, porque lo amaba o eso creía, así que mato mi vida de a pocos, ahogo mi ser con cada golpe e insulto preciso y me empecé a aferrar a lo último que me quedaba mis adorados hijos, hasta que el amor volvió a mi vida y me dio otro regalo…. No espero que lo entiendas ahora hija, no diré nada más que te pueda lastimar y sin embargo te puedo afirmar que me marche de tu vida contra mi voluntad, salí de esa casa dejando lo único que me quedaba allí, mis amados hijos… y con ello el poco amor propio que me quedaba.
-¡Si éramos tan importante! ¿por qué te fuiste?- Georgina enfoco sorprendida las lágrimas en el rostro de su hermana mientras Herendira tercamente intentaba mantener la compostura- ¿Por qué si éramos tu vida…. Tu...?- escucho la voz quebrarse del todo mientras un gemido dolorido era ahogado…
-Me dijo que…. Te lastimaría, porque eras como yo- escucho finalmente el llanto de su madre- y eras tan pequeñita, tuve tanto miedo, le tenía tanto miedo… algo estúpido e irracional de mi parte, porque olvide que eran mis niños… y si yo no se lo permitía no podría tocarlos, pero en eso entonces no lo creía- observo como Sasha se llevaba las manos al rostro intentando controlarse- no quería que mis niños fueran lastimados… y yo preferí que me odiaran antes que eso, antes de que….
-Mami- se puso de pie acercándose a su madre para intentar tranquilizarla mientras enfocaba a su hermana en un estado similar al parecer profundamente angustiada- te amo mamá- dejo escapar quedamente- y comprendo lo que paso-  agrego- Miguel también…. Los dos te amamos - no incluyo a Herendira porque bien sabía que su hermana menor había empezado a tomar sus propias decisiones.
-Yo...- escucho la voz quebrada- necesito pensar todo esto- escucho la silla de Herendira al levantarse la joven- yo no puedo creerte…. Lo siento… pero prometo pensar en lo que me dijiste- escucho el llanto de Sasha aumentar- no llores mami- se sorprendió al escuchar aquello de boca de Herendira- yo no te odio- sintió como su madre se separaba levemente de ella- Realmente no podría- escucho la voz de su hermana quebrada en el llanto- los mejores recuerdos de mi infancia… los únicos que realmente amo… Son en los que estás tú- la observo bajar la cabeza para salir prácticamente corriendo del café en el que estaban, rogando al cielo que la bondad de Herendira se impusiera ante todo lo que su padre con tanto afán había cultivado en ella.
La gente se empezaba a aglomerar justo en el momento en que el alcalde iniciaba su dichoso discurso, su rostro examinaba el lenguaje corporal de toda persona presente en el sitio, justo en el momento que el reflejo de unos cabellos pelirrojos rompió su concentración del todo, se levanto de puntitas intentando enfocar entre la multitud pero debió alucinarlo porque su adoración estaba lejos de allí, en un lugar seguro…
Escucho las palabras del alcalde con pereza, un desperdicio de día sin duda alguna los discursos iban y venían, la banda toco sus canciones, las personas se dispersaron terminada la actividad principal pero no por ello disminuyo el flujo, la primera escaramuza de la tarde se presento sin mayor novedad, mientras el día se escurría con rapidez por sus pupilas oscuras. 
Rostros miles de rostros, los eventos así de agitados le generaban una inquietud extraña al remover con intensidad sus recuerdos, esos donde su padre la cargaba en hombros y ella le revolvía el cabello encantada, esos mismos recuerdos que generaban que desde lo alto mirara la sonrisa de su madre mientras sus hermanos caminaban delante dándose de empujones y riendo, en un día como aquel mucho tiempo atrás.
Quizás por eso odiaba la música del carrusel y odiaba el maldito unicornio en lo alto de él, quizás porque en el fondo le hacía recordar ese día, lo feliz que se sentía y lo rápido que todo podía cambiar, movió la cabeza con suavidad enfocando a un grupo de chicos que al parecer la miraban sin el menor recato, escucho el gruñido de Tormenta por lo que la miro algo sorprendida por aquella reacción, enfoco a los chicos de nuevo notando como conversaban con otro grupo que al parecer se le había unido… más de diez pares de ojos enfocándola solo a ella, el gruñido de su compañera aumento provocando que mostrara su hilera de dientes mientras ella se llevaba la mano al hombro avisándole a los compañeros en el perímetro.
-Chica lista- se giro al escuchar aquello apenas evadiendo el bate que casi le conecta en la cabeza para soltar la correa de Tormenta que ataco a su agresor en el acto, escucho los pasos a su espalda por lo que estiro la pierna hacia atrás generando con ello un grito dolorido, volteo el brazo tomando su macana para dar un golpe certero en la mandíbula de otro atacante al tiempo que veía pasar el reflejo de la hilera de dientes de Tormenta atrapando a otro más -¡MALDITA BRUJA!- giro de nuevo antes de sentir el primer golpe, con el eco de los gritos a su alrededor, una patada conecto su estomago mientras intentaba mantenerse en pie escucho un chillido dolorido de su compañera, eran demasiados… ella lo sabía, pero no quería sacar el arma había demasiados civiles alrededor, se giro haciendo un barrido con las piernas tumbando a dos más antes que tres fuertes golpes en sus costados le hicieran quejarse con fuerza, vio un puño venir directo a su rostro tomándolo en el aire antes de conectar una patada y dejar al tipo en el suelo “¿Dónde demonios estaban los refuerzos?”.
Tormenta paso a su lado con el pelo manchado de sangre mientras se lanzaba sobre otro atacante, se giro mirando alrededor mirando al  menos nueve tendidos en el suelo, con alguna parte del cuerpo con una fuerte mordida y otros sangrando suponía por los golpes que ella aplico. Se giro envistiendo a otro de lleno dándole un fuerte golpe en la base de la mandíbula antes de escuchar aquel ruido seco y mas gritos a su alrededor mientras perdía el equilibrio del todo yéndose al suelo de espaldas, justo en el momento en que sentía aquel intenso dolor en el abdomen, enfoco el cielo encima suyo celeste intenso tan intenso…. Escucho dos detonaciones mas, junto con un fuerte alarido de Tormenta y un mar de gritos extendiéndose a su lado…. Gritos y rostros como ese día… tantos rostros, el ardor en su pecho llevándose el aire con ello mientras acompañaba al de su abdomen, se llevo las manos a su cintura intentando imponerse sobre el dolor físico logrando girarse para ver a un hombre armado a pasos de ella apuntándole a su compañero cuyo pastor belga atacaba a un joven que no paraba de gritar, levanto el arma y disparo…. antes de enfocar el cuerpo de Tormenta tirado a un lado completamente ensangrentado con la música del carrusel aun resonando en sus oídos….
Soltó un fuerte suspiro mirando el automóvil de mala manera mientras sentía la caricia de los labios en su cuello tranquilizándola infinitamente, acompañados de aquel olor que bien conocía - ¿Enojada?
-Esa pregunta sobra mi vida - sintió los brazos rodeando su cintura por lo que cerró los ojos suavemente - sabes que mi moto es sagrada y ella se la llevo.
-Pero- la voz se escuchaba apagada al estar los labios pegados a su cuerpo - está enamorada, sabes cómo es eso… te vuelve irracional.
_ Te quería llevar de paseo - dejo escapar quedamente - es tu día libre esta semana y además la tarde esta hermosa y yo.., - sus protestas se vieron interrumpidas por un cálido beso mientras sentía como la apretaban con delicadeza casi meciéndola - te amo - dejo escapar quedamente.
-Yo te amo más- sonrió al escuchar aquello buscando otro beso en el acto - podemos ir en automóvil donde quieras- escucho aquello en una pausa de besos antes de hacer un enorme puchero - yo manejo - sonrió complacida - chantajista.
-Un poco si - dio un rodeo para ubicarse en el asiento del copiloto con completa tranquilidad enfocando los cabellos castaños con interés -  quería ir al mirador de la zona este- escucho la risa divertida.
-¿Para qué quieres un mirador? - le cuestionaron - tu casa completa lo es.
-Sí, pero las cosas están tensas por acá - dejo escapar enfocando los ojos cafés profundos que le miraban al parecer curiosos - Elena esta en modo bruja amargada_ dejo escapar notando el parpadeo de sorpresa- empezó esta mañana y Arturo y yo preferimos escapar - admitió suavemente - no sé qué lo detono, pero te juro que es peor que antes… - - le hice un comentario inocente sobre que Vic era demasiado competitiva con Amara y me empezó a gritar de la nada…
-¿Enserio?- escucho el cuestionamiento mientras Andrea arrancaba el auto saliendo del estacionamiento de la casa de playa - ¿Pero porque se puso así?- vio la mano dirigirse al radio ubicando la estación de música instrumental que tanto le gustaba a su novia.
-No sé… pero cuando dije “Amara” creí que perdería mi cabeza, grito el doble - observo la ceja levantarse levemente -  la sola mención del nombre la volvió loca.
-Supongo que es porque esas dos no paran de competir en todo- le afirmo- la otra noche en el bar parecían competir por el baile más sensual- vio los ojos cafés esbozar un gesto malicioso- excepto por una cosa, el baile iba dirigido de una hacia otra, sino supiera que Amara es viuda….
-Es que Victoria es muy hermosa- vio el coche frenarse de pronto a medio camino mientras la enfocaban con enfado- es un comentario- noto el bufido amenazante que la hizo sonreír- eres una celosa.
-No lo soy, solo que no me agrada Victoria- escucho el tono agresivo al mencionar el nombre- ojala y Amara la reviente cualquier día de estos en una de sus competencias- sintió el arrancón del coche ahogando una risa-  es toda encimosa contigo… seguro y te ama y todo- Stefani ahogo la risa guardándose celosamente el hecho de que Vic probablemente era la persona más heterosexual del mundo a su criterio.
-Yo solo te amo a ti- dejo escapar quedamente sintiendo como Andrea tomaba una de sus manos besándola brevemente.
-Demuéstramelo- escucho que le decían por lo que la miro sorprendida, notando como los ojos iban del camino hacia ella.
-Más de lo que ya lo he hecho- dejo escapar con suavidad- Accederé a tu deseo… ¿Cómo quieres que te lo demuestre?.
-Cásate conmigo-  la miro sorprendida del todo- no me mires así… yo… yo… estoy hablando enserio, buscare un trabajo o dos para poder mantenerte y que sigas estudiando, el departamento no es muy grande… total no es tan importante ser doctora para mí y… bueno yo- la vio llevarse las manos a la chamarra antes de sacar una caja que era algo grande para ser un anillo, la abrió sorprendida enfocando un rosario de oro en ella- está lleno de todos los sentimientos que tengo hacia ti y es con el que te pido que te cases conmigo.
-Pero Andy- la miro preocupada- amor yo..
-Si ya se- la vio golpear el volante con frustración- somos muy jóvenes, aun no acabamos de estudiar y yo soy un desastre últimamente... pero no quiero perderte… cásate conmigo, quiero hacerlo correctamente, sabes casarme, tener mi luna de miel, una familia, es como mi madre me enseño, era como me gustaba vivir, me agradaba pensar en eso porque lo pensaba todo contigo, y ahora se disfrutar más de todo… quiero combinar lo que he aprendido y para eso te necesito a mi lado… Rocky cásate conmigo…_ observo la gruesa lágrima resbalar por la mejilla mientras la vista seguía fija en el camino.
-Si…si… cuando quieras.
-Ya mismo- parpadeo tragando grueso- conozco una capilla, revise ayer en internet luego de que te quedaste dormida,  nos casan de una… solo necesitamos testigos, pero… pero… sino tenemos… ellos nos dan..Y yo… yo… sé que no es la boda más romántica del mundo y…
-Te amo, lo demás no importa, detén el auto, por favor- espero a que Andrea se estacionara un lado del camino mirándola con intensidad -me encantara ser Almeira- dejo escapar con una media sonrisa.
-No- la miro con sorpresa de nuevo - no… me gusta más Del Valle… sonara bien ya sabes cuando sea médico… Doctora Del Valle, además Almeira es el apellido de mi padre… - asintió suavemente - te amo Rocky- percibió el beso cargado de infinito cariño regresándolo con la misma intensidad.
-Y yo a ti Andy…- rió algo nervioso observando la enorme sonrisa formarse en la cara de Andrea.
-Prometo ser la mejor esposa del mundo- le escucho decir- trabajare mucho para que no te falte nada-  con seguridad- lo prometo.
-Si te tengo a ti no me faltara nada- respondió con tranquilidad.
-Uno no vive de amor Rocky, pero por eso tu no debes preocuparte- sonrió suavemente, sabía que no debía preocuparse, desde que la conoció tenía claro que Andrea era una persona centrada, aplicada y trabajadora, aunque ninguna tuviera una centavo encima se casaría con ella sin pensarlo, porque su Andy nunca rompía una promesa.
-El mejor verano de mi vida- dejo escapar con suavidad…
Estaba corriendo como nunca en su vida, persiguiendo su objetivo que bajo la escaleras como relámpago casi atropellando a los gemelos Savedra mientras ella los apartaba con fuerza de su camino ignorando las miradas curiosas, vio el cuerpo girar directo al sendero que conducía al bosque por lo que sonrió  aun más, en determinado punto se preocupo al ver las piernas delante suyo tropezar levemente justo antes de aumentar velocidad y que el sonido de la risa resonara en sus oídos.
Veía alguna hoja caer arrancada de los árboles por el viento, aumento la velocidad a la vez que su acompañante estirando la mano a punto de atrapar la ropa pero fallando miserablemente en su intento, escuchaba la risa y cada tanto veía el rostro asomarse entre los árboles con la luz de sol reflejada en los cabellos negros, no supo cuando empezó a reír pero si entendió que eso de cazar a una chica linda le agradaba mucho, estiro la mano de nuevo fallando- Se te acaba el tiempo- dijo divertida al ver la velocidad de Tory disminuir levemente.
-No e vero- le escucho recriminar agitada, por lo que continuo persiguiéndola entre los árboles completamente absorta- madonna mía- la vio esconderse detrás de un árbol haciendo una pausa suponía que siete minutos de carrera le habían valido por veinte, por lo que dio un rodeo intentando acercarse sin hacer mucho ruido, enfoco a la joven intentando recuperar aire por lo que rio por lo bajo antes de estirar su mano sujetando la muñeca con fuerza para pegarla a su cuerpo.
-No, es trampa- le escucho decir mientras la apretaba más- me quede sin aire- rió con fuerza ante aquello- Arian no aprietes tanto- hizo lo contrario a la petición escuchando un grito ahogado.
-Es tu castigo niña mala- se inclino levemente besando el cuello con cariño- mira que empujar mi cabeza de esa manera tan brutal contra el escritorio cuando te creía dormida como un angelito- escucho un suave suspiro.
-Te hable tres veces y no me hacías caso- puso atención a la protesta aflojando el agarre y separándose- quería ir a jugar tenis pero ya estoy agotada- sonrió al escuchar aquello.
-Pero a que fue más divertido- se separo del todo enfocando el rostro sonrojado de Victoria antes de tomarla en brazos generando que se abrazaran con fuerza a su cuello- Ya que me desconcentraste ¿Que quieres hacer?- dejo escapar quedamente encaminándose de regreso a la casa de playa.
-Juguemos billar- escucho aquello sorprendida para asentir sin darle mucha importancia al asunto, contra toda lógica se aseguro de entrar por donde nadie la viera no deseaba mas miradas curiosas o en su defecto asesinas, subió las escalera aun con Victoria en brazos directo a la sala de juegos para depositarla con cuidado en el piso, mientras la joven corría en dirección a los tacos de billar provocando que ella mirara con atención la falda de corta que utilizaba para jugar tenis, antes de ver a la joven sopesando el peso de los tacos- io aposto..
-Se dice yo apuesto- le corrigió- y sabes que te ganare así que déjalo Tory - escogió su taco mientras acomodaba las bolas_ mejor no apuestes nada porque perderás todo- le afirmo notando la cara de enfado delante de ella.
-No es deporte- parpadeo al escuchar aquello- io a esto jogo molto bene- sonrió al escuchar aquello acercándose a la joven hasta dejarla entre ella y la mesa- ia se tienes molto miedo- dejo escapar una fuerte carcajada enfocando el rostro a centímetros del suyo.
-De acuerdo diremos que ganamos después de jugar-  tomando el taco para dar el primer golpe, justo a la mitad del asunto cuando vio la bola blanca volar al recibir un golpe en la base esquivando a la bola azul que se interponía en su camino y dándole a la que debía ir a la buchada se dio cuenta que estaba oficialmente jodida, porque nunca se le ocurrió pensar que si Victoria no hacia ejercicio físico, gastaba su tiempo en otras cosas y entre esas otras cosas al parecer estaba el billar- estúpido juego- dejo escapar quedamente enfocando los ojos cielo que le miraban divertido- aun no termina- le  con seriedad.
-En realidad si- levanto la ceja sorprendida al ver bola por bola entrar en el sitio que le correspondía mientras tragaba grueso ante el despliegue de habilidad delante de sus ojos y al notar que su cerebro se desconcentraba en el vano intento de ver más allá de la corta falda de Victoria cada que se inclinada, se reprendió a si misma cualquier idea sexual sobre la joven estaba cancelaba oficialmente en el momento mismo que supo de su enfermedad, una cosa era aprovecharse de una italiana idiota, otra cosa era aprovecharse de Victoria… porque era mucho más que eso aunque en ese instante ella sintiera que era una completa imbécil por la santa paliza que le estaba montando - último- la bola final se perdió en la buchaca mientras ella daba un suspiro frustrado- io gano.
-Para una vez en tu vida que me ganas en algo- dejo escapar con altanería viendo los ojos voltearse en blanco.
-Pero vinco- le afirmaron con seguridad por lo que movió la cabeza en signo de no te entendí nada_ que io…. Ahhh gane eso_ bufo por lo bajo de nueva cuenta _ io quiero un…. Paseo y que te quedes qui una semana más.
-¿Qué?- la miro completamente sorprendida - te llevo de paseo pero no me pienso quedar más tiempo acá -  con seriedad - tu prima me odia y no quiero aguantarte una semana extra.
-Ma que cosa, io gano io decido- se acerco a Tory lanzando el taco de billar al suelo con molestia para empujar a la chica contra la mesa mirándola de manera amenazante a lo que la joven respondió lanzando también su taco y mirándola_ io no te tengo miedo, io gane.
-Deberías tenerme miedo Tory- le  arrastrando la voz para inclinarse levemente sobre ella generando que la joven echara la cabeza levemente hacia atrás- no sabes de lo que soy capaz… y es mejor que entiendas de una vez que apuesta en pie o no, yo nunca obedezco a nadie que no sea yo misma…
-Va bene- noto como Tory acercaba su rostro al suyo con seriedad- no tienes palabra - sintió la sangre hervir ante tal afirmación - eres una mujer sin palabra alguna… - la miro con intensidad como era posible que esa chica le hiciera hervir la sangre de aquella manera, y a la vez la excitara a niveles inimaginables de solo ver la mirada encendida, intensa y desafiante que le dirigían - de ahora en adelante recordare que tu Arian no tienes parábola - sintió el aliento sobre los labios, si se seguía acercando así no se podría controlar - Arian… - escucho el tono cambiar levemente por lo que enfoco los ojos respirando con agitación para sentir el corazón en el pecho a punto de estallar.
-Me ganaste la partida - murmuró entrecortadamente sobre los labios de Victoria - exijo una compensación por tal humillación - escucho una voz lejana en su cabeza que le indicaba que se detuviera, pero su protesta fue ahogada por el latido de su corazón que retumbaba en sus oídos, se dirigió en pleno a los labios, devorándolos, apretándolos, haciéndolos uno con los suyos y perdiendo la noción de la realidad.
Victoria sintió su cuerpo estriparse contra la mesa mientras las manos de Arian se unían a sus labios sujetando sus caderas y dejándola sentada en pleno sobre el borde de la misma, detenerla o apartarla cuando sintió el beso feroz y devorador, era algo que ni siquiera cruzo por su mente al contrario se aferro a ella con fuerza era consciente que no era algo que realmente pudiera controlar, se dejo llevar de lleno por la pasión era como si en brazos de Arian el miedo fuera algo que simplemente se desvanecía, podía sentir su corazón latiendo fuerte, sano en su pecho uniéndose al ritmo del de Arian mientras la joven la tomaba del trasero intentando pegarla aun mas a su cuerpo.
Percibió las manos cálidas delineando sus muslos para perderse bajo su falda evitando la ropa del todo, mientras sentía los labios elásticos, eléctricos, tersos y furiosos devorar su boca sin pausa alguna, podía seguir el camino de las manos que se detuvieron al borde de su ropa interior por lo que dejo escapar un gemido que se descargo de lleno en aquel beso encendido que le había hecho perder la cordura, protesto levemente al perder el contacto de los labios mientras una mano firme abarcaba su trasero levantándola levemente para empezar a deshacerse de su ropa interior que acabo en el suelo sin saber ella como, sintió como el cuerpo de Arian se volvía a ubicar entre sus piernas, lo que produjo que su cuerpo finalmente reaccionara tirando de la blusa que la joven mujer llevaba exponiendo parte del torso mientras sus bocas emprendían una nueva guerra y sus piernas envolvían las caderas de su acompañante, era como si un huracán se hubiera desatado dentro suyo y las nubes grises que lo envolvían eran los ojos de Arian, que se abrían levemente revelándole el deseo que solo lograba incitarla más, estaba rendida, entregada… lo supo desde que la vio ese día en la seguridad de su balcón que esa mujer sería capaz de llevarse todo de ella, sin que siquiera pudiera evitarlo.
Un fuerte gemido escapo de su garganta cuando las manos levantaron del todo su falda, acariciando su vientre, sus caderas se movieron solas y fue cuando escucho un murmullo ahogado “preciosa… no me puedo controlar”, percibió su corazón latir más fuerte en su pecho “eres exquisita… yo… Victoria”, cerró los ojos al ver los ojos tormenta cerrarse en plena disposición de besarla de nuevo cuando escucho la puerta del salón y un grito ahogado que genero que Arian la apretara contra su cuerpo semidesnudo cubriéndola del todo sin girarse – Perdonen - escondió su rostro completamente avergonzada en el pecho descubierto delante suyo, cayendo en cuenta finalmente de lo que estuvo a punto de pasar.
-¡RACHEL APRENDE A TOCAR LA MALDITA PUERTA!- escucho la voz enfada, y excitada a la vez -DEJA DE VERLA ¡MALDITA SEA!- sintió como la apretaban aun más mientras Rachel parecía dar una disculpa fugaz y algo más mientras se escuchaba la puerta cerrarse de nuevo - Perdona- se sorprendió al escuchar aquello mientras se separaban levemente de ella - yo… hablare con Rachel,  perdóname no comprendo que me paso - percibió un beso en la frente mientras la joven se separaba - soy una pésima amiga - no tuvo tiempo ni de detenerla, y aunque lo hubiera intentado dudaba mucho que sus piernas la sostuvieran…
Clarisse vio pasar a Rachel pálida del todo mientras una Amara con el cabello desordenado y las mejillas sonrojadas corría detrás de ella llamándola, ladeo la cabeza con extrañeza ante aquella bizarra escena mientras continuaba caminando hacia uno de los salones de la casa con la única intención de ver el noticiero de la tarde como era su costumbre.
Tomo asiento analizando de nueva cuenta la cara de consternación de Rachel y claro el aspecto de Amara pero también aquella preocupación reflejada en su mirada, encendió el televisor enfocando sorprendida la imagen que se repetía una y otra vez…
“El ataque a las fuerzas policiales, parece ser parte de un nuevo acto de iniciación en las pandillas de la zona, al parecer según las declaraciones de los implicados dicha iniciación consiste en atacar a un agente de la ley y el orden de acuerdo a la gravedad de la heridas que se le provoquen así será el rango dentro de la pandilla, quedando patente que si el oficial muere el rango dentro de la organización criminal será elevado. El Jefe de la Policía Turística que estaba a cargo de la vigilancia del evento se mostro consternado ante los sucesos que se presentaron esta mañana.
El operativo policial estaba dirigido a proteger civiles, a nadie se le ocurrió que las victimas fueran los mismos oficiales, el ataque organizado ha dejado el saldo negro de dos oficiales caídos, tres heridos de gravedad y siete más que sufrieron lesiones menores, El Jefe de la Policía Marcos Perdal ha hecho patente que la investigación que se abrió el día de hoy dará con los cabecillas de estos grupos con el fin de evitar que sucesos de este tipo vuelvan a darse.
Según han informado nuestras fuentes la sobrina del Jefe de la Policía resulto...”
-¡NO DIOS MIO, NO ME HAGAS ESTO!- Clarise abandono la sala con la respiración agitada, y los ojos desorbitados intentando ubicar a algún miembro de su familia -¡HIJOS MIOS!- grito con desesperación -¡NIÑOS!-  su grito resonó con fuerza, aquello no podía estar pasando su niña aun no tenia treinta años… no era justo, ¿Por qué la vida insistía en arrancarle a todos?, tenia lágrimas en los ojos mientras empezaba a gritar los nombres de sus nietos y sus respectivas esposas con desesperación, observo la cabellera de negra de Amara seguida de Rachel que se acercaron corriendo a ella con preocupación, escucho las voces de los gemelos minutos después acompañadas de las de Susan todos intentando tranquilizarla - Mi niña - dejo escapar entre lágrimas minutos después - mi bebé…. Mataron a dos… a dos - observo los rostros horrorizados a su alrededor.
-Aaron llama al tío - escucho decir a Adrian con firmeza - abuela cálmate tal vez a ella no le paso nada, mira estaba toda la policía allí…
-Lo dijeron en las noticias_ escucho la voz de Amara maldecir y la figura perderse escaleras arriba a toda prisa - que la sobrina del Jefe de la Policía.
-Aun no sabemos nada -  Adrian intentando calmarla mientras enfocaba a Elena ingresar mirándolos extrañada - abuela debes calmarte no te hace bien - observo a su nieto esperanzada noto como se giraba conversando con Elena que se cubrió la boca preocupada antes de desaparecer también de su rango visual mientras ella imploraba al cielo porque su niña estuviera bien.
Marcos Perdal se paseaba de izquierda a derecha en el hospital ante la atenta mirada de su esposa e hijo, ese maldito día fue un desastre completo enfocaba las familias de los oficiales heridos apretando los puños con rabia deseaba dar con los líderes de esas pandillas cuanto antes, observo a una de las doctoras salir seguida de su adolorida sobrina por lo que respiro con alivio - Necesitara descanso  - le  la mujer - y tendrá los moretones un buen tiempo, de no ser por el chaleco estaría muerta, las balas se incrustaron del todo casi lo atraviesan… si el del pecho hubiera sido un poco más arriba y el disparo golpeaba una zona descubierta no lo hubiera contado, enfoco a Vanessa doblarse levemente sujetándose el abdomen - asegúrese que tome su medicación eso disminuirá su malestar - se acerco a la joven respirando pesadamente para acariciar el cabello con cariño.
-Tío- escucho el tono ahogado - ¿Tormenta? - observo los ojos negros idénticos a los de su hermana que en paz descansaba llenos de preocupación mientras el simplemente se llevaba la mano al saco para extraer el collar de él y tendérselo viendo como la mano temblorosa lo tomaba con infinito pesar.
-Lo siento mucho - la cabeza negra le asintió mientras los cabellos ocultaban el rostro y los dedos acariciaban con cuidado la correa de cuero - Cariño yo… -  percibió la vibración en el bolsillo sacando el móvil en el acto para responder escuchando la voz preocupada de su sobrino para finalmente alejarse un poco intentando tranquilizarlo.
Le dio la espalda a su sobrina el tiempo necesario para explicarle al hermano de la misma que era lo que había ocurrido y el estado de salud de su hermana, cuando se volteo observo entre sorprendido y alarmado que la joven se había marchado.
Herendira se paseaba de derecha a izquierda en la sala de su casa finalmente su celular voló estrellándose en la pared, ese día fue un maldito desastre primero su madre y luego Vanessa no aparecía por ninguna parte, respiro profundo intentando calmarse desde que vio la maldita noticia toda serenidad se esfumo de su mente, ni siquiera Clarisse respondía el teléfono y Stefani y Andrea tampoco, no tenía sentido ir a buscar a su Savedra por todas partes ya solo le quedaba esperar, pero la maldita espera era eterna.
Escucho la puerta de la casa abrirse pero sin el ladrido característico de Tormenta por lo que se giro enfocando sorprendida a su mujer, con el cabello desordenado, un moretón en el rostro, sangre en su generalmente impecable uniforme y el collar colgando en su mano, noto como los ojos negros le miraban con confusión, antes de pasearse por la sala como asegurándose que estaban donde debían- Amor - se acerco despacio a ella con algo de temor de alterarla - ¿Qué?..
-Me intentaron matar - le escucho decir con suavidad - pero Tormenta no los dejo_ enfoco el collar vacío también algo manchado de sangre comprendiendo el silente mensaje de aquello antes de enfocar las lágrimas que escapaban silenciosamente de aquellos ojos que amaba paseándose lentamente por el rostro, se acerco acariciando las mejillas con delicadeza para finalmente dirigirse a la mano derecha desprendiendo con cuidado de ella el collar ubicándolo en el descanso de la sala - me dispararon - enfoco la mirada turbada por lo que con cuidado retiro la chaqueta y abrió el uniforme observando los hematomas en el  pecho y el abdomen, respiro profundo controlándose ponerse histérica no ayudaría a tranquilizar a Vanessa.
-Todo está bien - tiro de ella con suavidad instándola a sentarme mientras la dejaba sola unos instantes regresando con compresas que ubico con suavidad en ambas zonas, observando el gesto profundamente dolorido a pesar de la ausencia en aquellos ojos- ya estoy aquí mi vida - arrugo el entrecejo preocupada por la heridas delante de ella, suponía que su mujer había ido al hospital pero al revisar la ropa noto la ausencia de medicación por lo que se mordió el labio nerviosa, se levanto extrayendo el chip de su celular para ubicarlo en el de Vanessa buscando el número - Georgi necesito ayuda - murmuró suavemente.
El médico examino las heridas de la joven mujer delante de él, notando los ojos algo idos antes de presionar suavemente el pecho obteniendo por respuesta que le sujetaran las manos con violencia - ¿Quién demonios es usted?.
-Parece ser señorita que finalmente reacciona - Vanessa miro al hombre sorprendida del todo antes de reparar que efectivamente continuaba en su casa y su habitación - es natural sentir algo de desubicación luego de recibir disparos y malas noticias, no se sienta mal por lo ocurrido.
-No se sienta usted mal cuando le quiebre el brazo_ noto como el hombre palidecía - esta parte de mi cuerpo solo la puede tocar una persona…
-Y esa soy yo - levanto los ojos enfocando a su adorada pelirroja y suspirando aliviada al ver al médico apartarse al parecer entre asustado y preocupado - Hola… me alegra que estés de vuelta - sonrió con algo de tristeza - me tenías asustada.
 -Disculpa - enfoco al hombre en la puerta calculaba ella debía tener más de treinta años como mucho, momentos antes que una mujer  suponía ella más o menos de la edad de los gemelos  se colgara de él depositándole un beso cariñoso en la mejilla.
-Querida la novia de tu hermana intento matarme - le escucho decir por lo que miro a Herendira sorprendida - si vamos a ser familia política simplemente pido poder continuar con vida para cuidar a mis hijos - le escucho agregar en tono divertido.
-No seas pesado Rodrigo - escucho decir a la mujer con seriedad- discúlpalo a veces es algo grosero  - la miro unos instante antes de sentir la delicada caricia sobre su tórax.
-Estará bien cuñadita - enfoco al hombre - la coloración y el dolor es normal, aunque debes estar agradecida de la resistencia del chaleco esa coloración es indicación de que te dispararon algo bastante pesado - noto la mirada seria - te recete medicación, que ya mi esposa hizo el favor de comprar quiero que reposes todo lo que puedas, no sé si te mandaron algo en el hospital pero Herendira dice que no lo traías contigo - desvió los ojos enfocando a su mujer.
-No lo recuerdo - dejo escapar quedamente - solo quería llegar a casa es lo único en lo que pensaba- parpadeo arrugando el entrecejo.
-Iremos a terminar de preparar la cena- enfoco a la hermana de Herendira - conversen un rato y que se tome la medicación.
-Epa el médico soy yo - medio sonrió al escuchar la protesta de al parecer el médico de la familia.
-Rodri - noto como la mujer tiraba de él fuera de la recamara por lo que enfoco a Herendira respirando pesadamente.
Iba a disculparse porque necesitaba hacerlo pero un beso cariñoso se lo impidió del todo, seguido de aquel abrazo que le transmitía una extraña calma, percibió su cabello ser acariciado con delicadeza hasta que los dedos lo abandonaron delineando su rostro - Tuve tanto miedo de perderte - la miro con sorpresa - vi las noticias y no sabía nada de ti- aquello le cayó como agua fría, era verdad en caso de que algo le pasara nadie le informaría a Herendira, porque ella no formalizo nada ni siquiera la tenía en su lista de contactos de emergencia ¿Cuánto llevaba Herendira tratando de localizarla?, parpadeo sintiendo los ojos arder de pronto - Tranquila amor estoy aquí - tomo la mano con suavidad besándola lentamente.
-Morimos a los treinta - se separo sintiendo su voz quebrarse -  todos nosotros morimos a los treinta - intento formular una broma - así que antes de que cumpla treinta si me disparan no tengas miedo soy inmortal -  intento reír percibiendo un nudo en su garganta - mi abuelo murió en un tiroteo un mes después de cumplir treinta - percibió su corazón pateando con fuerza en el pecho con aquella incomodidad al respirar -queríamos ir de paseo por el parque yo estaba tan feliz mi papá prometió comprarme mi perro ese día, ellos se llevaban un mes de diferencia en edades ambos tenían treinta- desvió sus ojos a la pared intentando evitar enfocar a Herendira  - papá me llevaba sobre los hombros y el cielo era tan azul, los gemelos iban corriendo delante y Alonso los regañaba mientras mamá lo regañaba a él, mamá era muy hermosa y cuando sonreía… - enfoco brevemente a Herendira- se sentía…
-Como si el mundo se iluminara de pronto- le escucho decir mientras asentía sintiendo algo caliente paseándose por su mejilla -¿Qué paso?- tomo aire presionándose el pecho levemente - no hagas eso - sonrió de medio lado ante la reprimenda_ hablo enserio Savedra…
-Murieron ese día- observo como Herendira palidecía - estábamos paseando cuando el primer disparo se escucho, recuerdo que papá me bajo de sus hombros y estiro las manos tirando de los gemelos hacia mamá y empujando a Alonso al suelo -trago grueso - ellos siempre llevaban sus armas aunque no estuvieran en servicio, decían que nunca estaba demás creo que por eso yo nunca salía sin Tormenta… - desvió sus ojos al colchón- papá desenfundo disparando hacia el hombre que parecía loco en medio del parque… escuchaba los gritos alrededor pero estaba pegada al cuerpo de mama hasta que sentí como me empujaba y quedaba con la cara pegada al suelo, vio sus zapatos, sus piernas girar… papá grito… ella grito más fuerte aun… luego se derrumbo y todo fue silencio…. - tomo aire con fuerza- lo entendí en su funeral todo Savedra muere a los treinta, a Alonso le volaron la cabeza en servicio- apretó la mandíbula con fuerza- dicen que el atacante salto por detrás y el intento proteger a su compañero, no nos dejaron ni verlo y a Amara no la dejaban ni acercarse… voy a morir a los treinta pero eso no evito que cuando acabe en el suelo… hoy creí que moriría.
-No vas a morir a los treinta- intento replicar pero las manos tomaron con firmeza su rostro- no permitiré que mueras, porque tienes una vida para vivir a mi lado- percibió la suave caricia en su rostro- tus padres murieron protegiéndolos, tu hermano protegió a alguien y por ello se descuidaron- la enfoco con seriedad-  piensas que morirás a los treinta y cuando cumples esa edad te preocupas por no morir y acabas pensando cada que vas a hacer tu trabajo que morirás- trago grueso al escuchar aquello- y acabas muriendo…
-Herendira…
-No permitiré que mueras- percibió como tomaban sus manos con fuerza- porque a los treinta señorita, usted será mi esposa- la miro con sorpresa- tendremos un bebe y estaré esperando otro, quizás trabaje en algún restaurante y llegue a casa temprano esperando que llegues tú… así que no puedes morir porque el bebé y yo nos pondríamos muy tristes…- observo a Herendira hacer una pausa mirándola con intensidad- borra eso de tu cabeza, borra esa tontería de morir… hoy fue un mal día pero sigues aquí…. Mañana será mejor y seguirás aquí conmigo, llenando mi vida del todo… te amo… te amo, no lo olvides… por un demonio Vanessa eres el amor de mi vida, lo supe desde la primera vez que te vi en esa avenida… y te juro que ninguna maldición o lo que sea te va a separar de mi- noto como respiraban con pesadez- y si algún día nos separamos, estaré tranquila porque sé que en algún lugar y en otro momento te encontrare…. Porque de verdad eres la otra mitad de mi alma- noto las lágrimas deslizarse por el rostro de Herendira antes de sentir como la joven limpiaba las suyas con suavidad- sintió como rodeaban su cuello y acababa pegada al pecho de Herendira- ahora llora lo que necesitas amor… todo lo que necesitas.
Respiro profundo intentando controlarse sin lograrlo siquiera para finalmente aferrarse al cuerpo de su adorada pelirroja llorando con fuerza mientras la mecían con suavidad, besando su frente con una pausa que solo generaba que todo su dolor brotara cada vez con más fuerza… era un río que la paciencia y la calidez de la mujer a la que ahora se aferraba como una niña había desbordado finalmente… si alguien le preguntara en ese instante a Vanessa Savedra que era la felicidad respondería que aun en los momentos más duros de su existencia la felicidad era Herendira Villafiel.
Las noticias hacían eco del desastre de aquella tarde mientras Sasha cortaba la llamada mirando a su esposo con seriedad- Georgi dice que está bien- noto como Eduardo se desordenaba el cabello pelirrojo levemente- parece ser que su novia es policía y estaba involucrada en el tiroteo- le informo tomando asiento a su lado.
-Me asuste mucho- escucho la voz queda- creí que luego de discutir contigo había tenido un accidente o algo - vio la respiración profunda e incómoda- sabía que sería complicado pero lo que me contaste me dejo perturbado… No sé que tanto le dijo ese hombre a la pequeña, pero si te odia tanto a ti… ¿Entonces a mi?
-No me odia, solo estaba enfadada y dolida- enredo el cabello entre sus dedos con cariño-  me lo dijo antes de irse- acaricio la barba con suavidad- cuando sepa de ti se enfadara mucho y luego… su buen corazón se encargara del resto.
-¿Por qué lo crees?- sonrió enfocando los ojos hermosos y profundos.
-Porque tiene tu hermoso corazón -  recostándose sobre el pecho con suavidad- solo necesitas tiempo y espacio - suspiro razonando levemente sus palabras - así que tu y yo se lo daremos, es su decisión ahora pero eso no evitara que detengamos a Víctor y cualquier intento que tenga con ella.
-¿Sabe algo de la novia de la pequeña?-  arrugo el entrecejo ante la pregunta de Eduardo- sabes Sasha que si es la debilidad de la niña…
-Víctor no intentaría matar a nadie Eduardo - le  tragando grueso - quiero pensar que no pondría la felicidad de Herendira debajo del dinero - suspiro con pesadez- pero de todas formas averiguare el nombre de esta chica con Georgi para vigilarla igual.
-Es lo mejor, por cierto debido a lo de hoy casi te quedas sin modelo- parpadeo sorprendida- disparos en el pecho y abdomen, sino no es por el chaleco- negó con la cabeza ante aquello- está bien pero tendrá los moretones un tiempo por lo que no es conveniente tomar fotos.
-Madre mía- encendió el televisor observando las noticias- todos dicen que es una prueba de iniciación de pandillas- observo los rostros de los oficiales caídos en televisión junto con el anuncio de los funerales de los mismos-  mañana será todo un espectáculo policial- vio al anunciador mostrando los rostros de los detenidos.
-Entonces preparare la cámara- le dijo su esposo levantándose mientras ella observaba la sonrisa alegre de un joven de no más de veinticuatro años asesinado de cuatro disparos, casi de la edad de Georgi, algo mayor que Herendira y sin duda el hijo de alguien que en ese momento vivía el infierno…
Clarisse miraba a los gemelos temblando de pies a cabeza, era ya de noche pero  la línea telefónica continuaba en silencio, observo a Amara tenderle una taza de té mirando con absoluta seriedad- voy a la ciudad- le dijo con suavidad_ voy a dar con ella, el tío dice que estaba bien pero ahora necesito que te calmes abuela- acaricio el rostro con suavidad- y confíes en mí.
-Confió en ti- dejo escapar sujetando las mejillas con firmeza- no confió en el silencio que me arranco a mi esposo- vio los ojos grises de Amara abrirse de golpe- al silencio que me arranco a mi hijo y su esposa- sintió como la chica intentaba apartarse de sus cálidas manos- al silencio que me arranco a tu esposo- escucho el gemido ahogado al tiempo que una lágrima se derramaba por aquella mejilla.
-Abuela suéltala- escucho la voz de Aarón mientras miraba con fijeza los ojos de Amara y las lágrimas continuar brotando de estos.
-Ella me entiende a la perfección por eso está llorando, porque estuvo en silencio conmigo hasta que la llamada llego_ noto el gesto dolorido de Amara, observando la mandíbula temblar levemente mientras la joven contenía el llanto- y es por eso que aun no lo ha dejado ir del todo.
-Abuela- esta vez fue la voz de Adrián la que le llamo la atención no obstante se negó a soltar el rostro dolorido frente a ella.
-Nona- aquella voz no la conocía lo que la desconcentro del todo antes de ver las manos sujetar las suyas provocando que soltara a Amara y que la joven se volteara en automático refugiándose en los brazos que pertenecían a aquellos ojos cielo- prego- parpadeo notando como Amara temblaba entre aquellos brazos- io misma iré a buscar a la sua nieta pero por favore no altere a Amara- enfoco a Victoria, la mirada firme y decidida, ella conocía de memoria aquellas miradas.
-Perdonen no sé que me paso- admitió nerviosa- yo lo lamento cariño- noto como su nieta no la miraba por lo que suspiro con pesadez estaba consciente que había tocado un punto delicado- yo simplemente.
-Iré a buscarla- se sorprendió al ver a Amara separarse de Victoria- llamare apenas llegue.
-Io voy- enfoco a Victoria sorprendida- vamos en el deportivo es más rápido- observo a ambas abandonar la mansión en silencio y con el corazón en la mano, percibió las miradas de reproche de su familia en pleno a lo que simplemente bajo su cabeza apesumbrada.
Las risas se escuchaban a lo interno del vehículo mientras ella simplemente extendía el papel con la escasa luz del coche maravillada enfocando su firma y la de Andrea en él, rio quedamente abrazando el papel por quien sabe vez número que, estaba casada con aquella joven que manejaba el auto y cantaba como loca al parecer igual de alegre que ella -Léelo de nuevo- rió con fuerza al escuchar aquello.
-Aquí dice Señoras Del Valle- dijo divertida- Andrea y Stefani Del Valle- agrego escuchando a Andrea gritar con fuerza- Dice que eres Andrea del Valle- dijo escuchando la risa aumentar- mi esposa _ agrego con suavidad.
-Y tú la mía- noto como la miraban brevemente con una sonrisa antes de estirar su mano y acariciar el cuello delicadamente -y como eres mi esposa, deberé buscar otro trabajo -parpadeo sorprendida - porque debo tener comida decente en casa - vio el pecho inflarse con alegría - se que el apartamento es pequeño pero podemos venderlo si quieres una casa y dar el enganche, hablare con Ted para ver si tenemos más tocadas y…
-Amor- la llamo suavemente acariciando el cuello con delicadeza - cualquier lugar está bien si estoy contigo.
-No- le sorprendió la firmeza de la respuesta- estas acostumbrada a tener más espacio, y que dirán de mi sino le doy a mi esposa un hogar digno y todo lo que necesita- sonrió de nuevo al escuchar aquello- ese departamento me lo dejo mami pero no creo que se enfade si lo vendo- noto los ojos cafés oscurecerse levemente.
-No lo venderás- dejo escapar- olvida Señora Del Valle- dijo con orgullo-  que estoy podrida en dinero.
-Ahora- noto la cabeza moverse con suavidad- cuando Arturo sepa que te casaste con una muerta de hambre, y mujer encima puede que te desherede- parpadeo arrugando el entrecejo “desheredar” , ¿De dónde sacaba la loca idea de que Arturo tenía algún poder sobre su dinero?- pero ya pensé en todo antes de que eso pase, no te preocupes voy a suspender medicina temporalmente para que puedas terminar arquitectura- suspiro suavemente amaba a Andrea, esa  terriblemente centrada y responsable pero también esa Andreita con tanto empuje por la vida, ya no se le veía apagada como en ocasiones, sino decidida y parecía disfrutar hasta el último de sus respiros.
-Andy- la llamo suavemente- Arturo no me puede desheredar - noto la mirada extrañada - porque no me puede quitar un dinero que es mío -  generando la mirada sorprendida del todo - amor, soy dueña de una buena parte de Industrias Del Valle, incluso tengo secciones independientes - rió quedamente- no me mires así…
-¿Es tuya?- escucho el cuestionamiento.
-Manejo mi parte desde que tengo doce- dijo divertida - así que ¿Cómo sería?, viviremos en el departamento de tu madre porque solo somos las dos y si es pequeño estaremos más juntitas - dijo sonriente - me gusta eso de que tu compres la comida y tengas más trabajo, pero seguirás estudiando medicina me encantara el sonido de Doctora Del Valle.
-Entonces yo…
-Si amor como firmaste este papelito, te acabas de volver inmensamente rica - dejo escapar riendo con fuerza al ver la palidez en el rostro de Andrea y como está al parecer intentaba encontrar algo de racionalidad en su mente -  puedes ser lo que quieras, tu cuidaras de mí y yo de ti- observo el acta con cariño antes de extraer el rosario de su blusa mirándolo con intensidad.
-Yo, sigo pensando que Arturo me matara - acaricio las mejillas con absoluta gentileza - sobre todo al ver que los testigos son unos completos desconocidos.
-¿Cómo pagaste todo esto? - cuestiono quedamente.
-Me gaste los ahorros de las últimas tocadas y una parte de la beca - la miro perpleja - bueno pensé que si ya no iba a estudiar pues - noto como tragaba grueso - quería darte un rosario bonito y perfecto, hacerte una cena romántica para declararme pero me di cuenta que si yo… bueno… no me alcanzaba el dinero - noto las manos apretar el volante al parecer con rabia - no me alcanzaba para todo así…
 -No importa - se recostó en ella brevemente - me encanto la boda, el juez fue divertido – - ya sabes todo el discurso anterior sobre nuestra juventud hasta que le enseñaste el dinero se quedo callado y nos dio el papel- estallo en risas divertidas- a lo sumo mi hermano querrá que renovemos votos y cambiemos testigos.
-Sigo pensando que querrá matarme- suspiro al escuchar aquello- pero no me importa, me enfrentare a quien debe, ya eres mi esposa y nada me separara de ti - noto como Andrea bajaba velocidad al observar un automóvil pasar zumbando a su lado- ¿Rocky?
-Acelera- le dijo enfocándola con intensidad - ese era el deportivo de Victoria algo malo paso - noto como le asentían por inercia.
-¿Cómo sabes que era su deportivo? - le dio un golpecito en la cabeza a Andrea.
-Deja de ser celosa….
El televisor alumbraba la habitación con su luz blanquecina haciendo proyectar sus rayos sobre la copa de vino tinto que era sujeta por una mano con un anillo que resplandecía también levemente, la sucesión de imágenes aumentaba en intensidad y crueldad mientras la sonrisa maliciosa se dibujaba en los labios. Al final no tuvo que esforzarse en darle una lección a aquella joven insolente al parecer el destino solo se ocupaba de ponerla en su lugar.
Víctor Villafiel solía asegurar que él no era un hombre impaciente, visceral o impulsivo, la vida que había llevado le enseño a planear incluso hasta el último de sus pasos con la finalidad de conservar siempre su poder, pero también le enseño a valorar aquellos pequeños golpes que el destino generaba jugaran a su favor y le hicieran ahorrar energía, el de ese día por ejemplo era invaluable esperaba que la oficial Savedra estuviera más que lastimada y asustada; quizás con suerte imposibilitada para realizar su trabajo lo que le daría a él un margen de ofrecer una cantidad sustancial de dinero para que echara a su hija de su refugio.
Era cuestión de dar con el precio indicado, miro el televisor de nuevo ya con más desinterés en el momento en que su celular resonó con suavidad, respondió de mala gana antes de esbozar una enorme sonrisa sin duda el destino empezaba a jugar a su favor, el médico recién le informaba que el estado de su padre se había agravado y que darle una  quince días o un mes de vida más era lo único que podía ofrecerle, levanto su copa con suavidad antes de extender un brindis por su vida, sus guerras y derrotas así como por la enorme victoria que estaba a punto de obtener, incluso brindo por Sasha y los tres hijos maravillosos que le dio todos utilizados a conveniencia.
Rodrigo dio un salto al escuchar la puerta de la entrada abrirse enfocando a dos figuras en ella, entrecerró los ojos cuando las luz se encendió de golpe dando con unos potentes ojos grises que le miraban con franca molestia y perplejidad, removió suavemente a su esposa que se incorporo frotándose los ojos antes de enfocar también a ambas mujeres- Señoritas Savedra supongo - noto como una asentía y la otra negaba- bien soy Rodrigo Fuentes para los amigos Rodri y ella es mi esposa Georgina Villafiel - noto el gesto de la joven de ojos grises suavizarse mientras soltaba un suspiro y maldecía suavemente.
-¿Cómo está Vanessa?- le escucho cuestionar por lo que paso a explicar paso a paso el estado de la joven oficial de policía, observando a la joven de ojos cielo perderse en dirección a la cocina para regresar varios minutos después con una taza de té caliente que le tendió a la otra mujer, miro a su esposa brevemente concluida su explicación - Olvidamos a Herendira - escucho una risa algo apagada - pero me alegro que estén bien ambas.
-Scusa - enfoco a la joven que estaba sentada elegantemente en uno de los sofás razonando que si la novia de su cuñada estaba como de infarto, esta otra no se quedaba atrás - mi nombre es Vittoria  Selvaggi, ella es Amara Savedra - asintió suavemente - estamos molto agradecidas por su atención.
-Herendira nos llamo preocupada - escucho explicar a su esposa despacio los sucesos mientras su cabeza intentaba hacer memoria Salvaggi ¿Dónde? ¿De dónde le sonaba?, repaso profundamente todo los lugares de donde podía recordar el apellido, libros de medicina, platicas en la escuela, negaba solo sin reparar en lo absurdo de su comportamiento antes de enfocar a la chica y abrir la boca desproporcionadamente.
-¡SALVAGGI!- grito haciendo a su esposa dar un bote y a la tal Amara moverse como resorte ubicándose delante de la joven Salvaggi - Madre mía - agrego quedamente notando el intenso sonrojo en el rostro - eras la cara principal de una de las compañías de ropa mas respetas de Europa hasta hace un año, tu familia es, es…. Dios son el equivalente a la familia Del Valle, según se tienen tratos financieros muy cercanos porque uno de sus herederos contrajo matrimonio con una de las joven Salvaggi pero si tu nombre es Vittoria solo quiere decir una única cosa,  eres la heredera universal y cabeza del grupo empresarial más imponente de Europa además de la receptora de un novedoso procedimiento cardiovascular - noto como Victoria se encogía - es un milagro de la ciencia que estés viva - afirmo quedamente.
-El mío coure es molto sano- la escucho decir.
-Es un milagro de la medicina moderna - dejo escapar emocionado - fue diseñado especialmente para ti, prácticamente se creó de la nada, tus padres en su afán por conservar tu vida dieron origen a un avance medico sin precedentes que salvara cientos de vidas - le  - y tu… ¿Te negaste a ir a la última conferencia de ciencia y biogenética?
 -Si - noto los ojos celestes desviarse- io cumplí, fui a tottis quería un descanso la mi vita para mi, normal… io quería un vita normal.
-No puedes tener una vida normal- se levanto enfocando a la chica - porque bueno nada en  ti…
-Usted- enfoco a Amara sorprendido notando la mirada asesina- es usted… y si puede Señorita Salvaggi y ella no es una conejillo de indias de nadie ni un objeto de investigación ¿le quedo claro?
-No quise dar a entender eso- asevero con algo de preocupación- yo simplemente puntualizaba el hecho de que ella es un caso único.
-Claro que lo es pero no como lo plantea- noto como la Amara tiraba de Victoria instándola a subir las escaleras por lo que miro a Georgina que le levanto una ceja molesta por lo que froto el cuello incomodo.
El corto trayecto de la sala a una de las recamaras se le hizo a Victoria más extenso que las horas en silencio en su deportivo, luego de lo que paso en la mesa de billar ella sentía que entre ambas se había abierto un enorme abismo. Aun cuando intervino ante Clarisse por ella, no podía ni mirarla a la cara sin sentir que su rostro ardía en mil colores, quizás lo más pesado de ir en el auto con ella es que noto algo en lo no reparo antes a pesar de estar tanto tiempo juntas el anillo matrimonial que brillaba en su dedo anular, no comprendía a ciencia cierta el enorme malestar que le produjo ver la sortija brillar ¿Quizás el recordatorio que Amara amaba a alguien más? ¿Cómo competir con un fantasma? Y quizás la más importante de la preguntas ¿Ella quería competir?
Observo la silenciosa indicación que le daban de detenerse frente a una puerta de madera, antes de ver la mano de Amara con aquel anillo abrirla dándole paso- Puedes dormir aquí- le escucho decir- me conozco la casa de Vanessa de memoria y esta habitación es de visitas como la mayoría- asintió suavemente-  hay pijamas en la gaveta son las mías- la enfoco sorprendida- tengo un juego acá para cuando me quedo, puedes usarlas, voy a ver a Vanessa ya regreso- escucho la puerta de la recamara cerrarse.
Toda su vida la habían tratado diferente y cuando pensaba que al fin tendría la vida que siempre deseo se entero de que probablemente nunca sería así, ella siempre sería diferente pero con Arian aunque fuera brevemente se sintió normal, alguien que paseaba, jugaba, salía a bailar e incluso gustaba de alguien como la gente normal. Se dirigió al espejo extrayendo el pijama de la parte superior del cajón antes de retirarse la camisa dejando su torso desnudo y reparando en la línea del sostén para detenerse en la ya apenas perceptible cicatriz sobre su esternón, ya casi se deshacía de ella del todo pero se acababa de dar cuenta que aunque fuera así su vida nunca sería normal “milagro médico” aspiro con fuerza unos instantes.
-No es verdad- se giro sorprendida enfocando a Arian en la puerta, la cual cerro con delicadeza- eso que dijo no es verdad- le repitió por lo que simplemente se cubrió el pecho con la playera- no eres un milagro médico o un caso de exposición- noto el gesto arrugarse con desagrado mientras le retiraban la playera que cubría su cuerpo con suavidad- solo eres Victoria- la miro sorprendida- ya sabes la italianita engreída- percibió la caricia suave en los hombros antes que los dedos se dirigieran a la cicatriz y ella intentara retroceder- no pasa nada- la miro algo asustada- tienes un lindo corazón, sano y fuerte, una forma de ser única… es por eso que no puedes ser normal- vio la media sonrisa dibujarse- si fueras normal serías aburrida- finalmente sintió la calidez de los dedos sobre la línea- ¿Por qué te escondes?- percibió la caricia suave en el rostro- eres tan hermosa.
-Arian- la llamo quedamente antes de percibir las manos alejarse de ella.
-Lamento mucho lo que paso antes- la miro sorprendida- debo ser responsable de mis acciones, no dirá nada hable con ella- asintió suavemente- yo no sé qué paso, pero sé que fue una completa falta de respeto hacia ti y…- cubrió la boca con suavidad ubicando una de sus palmas sobre ella delicadamente mientras negaba- Victoria.
-Tory- dejo escapar quedamente antes de mirar la cama- Io ¿Te quedas qui?- vio como le asentían por lo que sonrió suavemente, notando a Arian retirarse antes de volver a centrar su mirada en la cicatriz del pecho, ser anormal de la manera en que Arian lo planteaba era sencillamente maravilloso.
En una semana podían pasar tantas cosas, como que Vanessa y los gemelos obtuvieran unas vacaciones más prolongadas debido al atentado, que ella se sorprendiera al verla marchar con su uniforme de gala detrás de los féretros de sus compañeros caídos, notar que en la habitación de la casa de playa y la de casa todo era más silencioso debido a la ausencia de Tormenta, notar los ojos negros que amaba enfocar con tristeza la nueva medalla de honor que adornaba la repisa de Clarisse, comprender las implicaciones reales de amar a un oficial de policía.
En una semana se acostumbro a ser ella la abrazada al dormir, a curar con cuidado aquellos horribles moretones en el tórax y estomago de su mujer, a acariciar los cabellos negros mientras le leía quedamente el libro que compro para ella, aprendió a enseñarle a Vanessa a disfrutar unas vacaciones, e intentar borrar aquella tristeza de sus ojos.
Cada cual aprende a su manera y afronta las cosas distinto en el caso de su adoración las afrontaba con largos silencios y besos necesitados que ella regalaba encantada, la comprensión de una persona es un aprendizaje de por vida, con pequeñas lecciones que se deben valorar diario como aquella que dicta que una simple taza de chocolate se puede llevar el malestar momentáneo de no poder tener una sesión de sexo completo como se debe.
Sin embargo reunida en aquella habitación con las mujeres Savedra tenía una certeza no era la única con una semana particular, Clarisse extendió una hermoso vestido de corte medieval sobre la cama, junto con varios disfraces más escucho varios suspiros a su alrededor antes de sentir los brazos de Vanessa en su cintura- Yo iré de policía- dejo escapar generando que todos la miraran- medieval muy sexy- agrego con una sonrisa.
-Y yo seré tu ladrona- percibió el beso en el cuello que la hizo reír.
-El tema no es medieval - escucho decir a Rachel- uno se puede vestir como quiera.
-Yo iré de puta fina- escucho las risitas amortiguadas acompañadas del regaño de Clarisse dirigido con seriedad a Amara- ¿Qué?... sería lo más económico para mí, ya saben una faldita reveladora, además me vería bien.
-Jovencita sé lo que hiciste -  rió - quedamente al ver como Amara palidecía y le lanzaba una mirada asesina a Rachel-  esa pobre niña y tu de abusona vas y le golpeas la cabeza contra la mesa de billar solo porque pierdes, es normal que no sepas ni cómo dirigirle la palabra.
-Fue un accidente- escucho el tono poco convincente.
-Bien tu castigo es que yo escoja el disfraz-  escucho las risitas ahogadas ante la afirmación.
-Vístela de pitufo- rió con fuerza junto con Vanessa al recibir la mirada asesina de Amara - no de Pocahontas - escucho a Rachel.
-No mami- todas miraron a una de las niñas que miraba fijamente a Amara mientras daba un rodeo alrededor de ella- a la tía en toda fiesta le gusta verse ele… el…elegante- percibió el abrazo cariñoso y el beso en el cuello mientras continuaba enfocando a su sobrina - vístela elegante pero no como quiere ella - dijo la pequeña señalando a su tía que la miraba de mala manera -  la tía tiene el cabello largo muy bonito- la pequeña junto las manos al centro con inocencia- y le gusta en una capa, córtenselo en dos capas - dijo provocando que todas parpadearan - si le hacen una coleta y el corte superior le queda suelto, y - las manitas se abrieron con emoción - la visten de príncipe de la Bella y la Bestia.
-¡NO SEÑOR!- Herendira rio con fuerza el escuchar el grito de Amara porque sin duda esa sería su condena, la escucho maldecir por lo bajo mientras Clarisse le preguntaba a la pequeña como iba vestido el Príncipe de la Bella y la Bestia.
La fiesta que daba razón a su reunión no era otra que la del cumpleaños de Victoria y el final de sus vacaciones en aquel sitio, ella no entendía bien de donde surgió toda aquella idea de la fiesta, pero si hubiera cuestionado a Victoria seguramente le diría que fue culpa de Amara con eso de celebrar la vida. Fue la última conversación que tuvieron antes de que al parecer Amara tomara la decisión salida de quien sabe donde de evadirla.
También si Herendira hubiera sido más observadora notaria que los ojos de Amara no parecían ni la mitad de vivaces de lo usual y que su mirada estaba como perdida, se encerraba grandes periodos en su recamara y evitaba miradas, comentarios o platicas tanto con Elena como con Victoria.
Y es que en general aquella casa de playa se había vuelto un sitio de miradas esquivas, Stefani se paseaba por el jardín cada tanto sujetando de la cintura a Andrea mientras platicaban con algo de abatimiento, no le habían dicho a nadie de su matrimonio más por el revuelo que encontraron y luego simplemente no se daba la oportunidad, en parte porque Andrea sentía que le iban a arrancar la cabeza y Stefani tenía esa rara sensación de que si su esposa no lo quería decir era por algo.
Encima estaba el asunto de Elena y Victoria, su cuñada literalmente había sacado a Andy de su recamara para meter a Victoria, que se veía más incomoda que otra cosa, hablaba de cero a nada y dormía sabía Dios porque en el piso... encima Andy era un mar de celos y reclamos que cesaban al decirle diles que nos casamos, pero no con ello se iba el enfado y ahora estaban discutiendo en el jardín por el disfraz del dichoso baile. Cuando eran amigas estaba claro que ambas eran un mar de testarudez aunque ella no negaría que Andy siempre fue más madura.
Al menos antes que le diera su rebeldía con la tal Karina, lo que la llevaba otro punto a tratar  porque ella soportaba toda mujer antes de ella menos a esa, apretó los dientes con ira perdiéndose en mil formas de decirle a esa mujer que Andy era suya y que si la veía a menos de cinco metros de su esposa porque era su esposa le partiría la cara.
-¿Del Valle me estas escuchando?- parpadeo enfocando a su esposa que le miraba con una ceja levantada.
-¿Dijiste Bob Esponja?- sonrió de manera encantadora recibiendo una mirada asesina - lo siento me disperse pensando en nuestra luna de mil que aun no tenemos_  y ahí estaba el siguiente punto a tratar su ausencia de vida sexual por culpa de Elena y esa manía de andar sobreprotegida a Victoria, ¿Pero de quién la protegía?
-Es culpa de tu cuñada-  asintió era inútil negar lo evidente- ya tendremos nuestro espacio, además así me da tiempo de ahorrar y darte algo digno de nuestra luna de miel y no quiero que me digas que puedes costearlo tu porque es algo que deseo regalarte.
-Ya lo sé-  estiro sus manos extrayendo el rosario que brillo con intensidad antes de ser besado por ella-  te amo mucho- dejo escapar con suavidad- ahora en cuanto a ese disfraz.
-Quiero ir a juego contigo- la vio separarse levemente-  y niégame que vampiros no es un tema genial- levanto una ceja suavemente, en definitiva el problema no era el tema, era la ropa… dudaba mucho poder contenerse con su Andrea vestida de esa manera, ya se hacia una idea del asunto- bueno vampiros no ¿Pero algo con cuero?- desvió la mirada incomoda- seguro te ves genial con ropa pegadita- sintió como la tomaban de la cintura con suavidad- aunque mejor no…. Muchos idiotas viéndote no será agradable- rió ante el suave mordisco que recibió en el cuello.
-Niña mala- dejo escapar divertida para ver la mano extrayendo su rosario mientras Andrea enredaba los crucifijos uno con otro.
-Te amo… y espero poder hacer feliz- recibió el delicado beso encantada.
-Andy- enfoco el rostro brevemente- puedes tener amantes si quieres- trago grueso al decir aquello, pero era una realidad, la forma de vida de Andrea era algo más que una sola mujer…- yo no quiero restarte libertades, ni que este matrimonio…
-¿Por qué querría una amante?- la enfoco con interés al escuchar aquello- si tengo en ti todo lo que deseo- la abrazo con cariño aquello simplemente le aliviaba mas allá de lo impensable- no necesito nada que no seas tú
-Andy tú nueva forma de vida…
-Mi nueva forma de vida es contigo- observo como la apretaban con más fuerza- así que digamos que empiezo a aprender de nuevo y a darle una nueva dirección a todo… no quiero amantes y tu… tu…
-No quiero tampoco- asevero al ver la mandíbula tensarse.
-Saca a Victoria de tu recamara- sintió como le daban un beso apasionado antes de separarse del todo de ella- debo ensayar, no hagas travesuras te veo más tarde.
Enfoco el cuerpo alejarse de ella levantando sus ojos al cielo mientras pensaba en un adecuado disfraz y fue entonces que reparo en la persona escondida en una rama- ¿Victoria?- llamo quedamente provocando que la joven le mirara indicándole silencio en el momento justo que Elena pasaba llamándola, una vez que su cuñada paso de la largo miro a la chica de nuevo.
-Io quería una fiesta piccola, pequeña, molto familiar no a medio mundo en ella-  vio el gesto incomodo-  la mia prima invito a molto caballero y quiere poner quelo disfraz de princhipesa… y io…io… no quiero un princhipe- noto como Victoria se acomodaba más pegada al tronco del árbol- io quiero… io…
-¿Amara?-  dejo escapar a modo de broma pero vio los ojos abrirse desproporcionadamente mientras un intenso rubor cubría las mejillas-¿En serio?- se acerco a la base del árbol enfocando a Victoria- Dime por amor a Dios que no es verdad…
El salón de la casa de playa se encontraba adornado de diferentes tipos de flores, la decoración  que emulaba a un elegante salón de fiestas del Medioevo estaba completa mientras Elena supervisaba todo arreglo y la música con Arturo a su lado enfocándola con seriedad.
-¿No crees que exageraste invitando a tanto soltero?- cuestiono con seriedad  a su esposa que simplemente negó- ¿Me dirás que te pasa?
-No me pasa nada, solo velo por el bienestar de mi prima- sintió la mirada pesada sobre él por lo que la regreso con firmeza- la conozco desde que somos niñas y siempre la he cuidado que por eso soy la mayor, sabes lo delicada que era su salud, eres consciente del puesto de importancia en los Salvaggi… ella no puede ir… ir.
-¿Qué?- dijo con seriedad.
-Haciéndole ojitos a Amara- la miro extrañado- Arturo créeme se cuando Vittoria Salvaggi le hace ojitos a alguien- la miro sorprendido al escuchar el acento italiano sobresalir con fuerza- questo no puede ser… la mia familia no soportaría quella situacione- noto como tomaba aire despacio- la mia familia no es como la tua son molto conservadores y ella heredo questo imperio va bene… se le dio totti el año pasado… totti…
-¿Pero de qué hablas?- cuestionó extrañada.
-El anno pasado la mia familia le heredo totti a Vittoria, mis tíos creyeron que morirá, todos en el grupo empresarial lo pensaron va bene entonces ellos le dieron totti perqui cuando ella muriera el suo dinero- noto como su esposa bajaba la cara- seria mío- la enfoco sorprendido- la mia mamma estaba molto feliche per qui es una mujer molto ambiciosa, ella creyó que io me casaba contigo por conveniencia, va bene- noto a su esposa bajar la cabeza- Victoria tuvo educación de heredera, tiene estudios completos en administración y manejo empresarial pero totti totti esperaban que muriera.. Pero ella es fuerte como roca Arturo… mírala está sana totti el dinero es de ella.
-Entonces les echo a perder los planes a todos- noto como le asentían-si tu heredabas me tenías a mí para hacer fusiones y acrecentar el negocio, pero ella…
-Vittoria nunca ha presentado interés en nadie, o eso creí hasta que quela mujer vino qui- rió quedamente al ver el enfado en el rostro de Elena- la mía prima no es juguete de nadie…. E quela mujer la tiene tonta… los tíos se volverían locos y…
-Pero si ella es feliz…
-La felicidad no es importante qui - miro a su esposa sorprendido- Vittoria lo sabe, ella debe casarse con un hombre… - la miro sorprendido - io no creo questo Arturo, ¿Sabes de dónde viene el apellido Salvaggi?- negó con la cabeza-hace alusión a Salvaje, es la forma en que definían a los huérfanos, mi tataratatarabuelo era alguien sin pasado y futuro y aun así levanto un imperio de la nada e questo imperio descansa sobre los hombros de Vittoria, la mia familia es molto conservadora mis tíos ellos…
-Deben respetar la felicidad de su hija y tu también - le  con cariño - puedes presentarle al mundo entero que al final es ella la que decide ¿o no?- vio asentir a su mujer - ¿Y si en lugar de asesinar a Amara con la mirada la conoces mejor?- noto a Elena arrugar el entrecejo - es abogada una exitosa según he oído-  quedamente - es viuda como sabes y bueno…
-Va bene- sonrió suavemente antes de abrazar a su esposa- si lastima a mi prime io la mato - percibió como se separaban de él mientras su esposa daba las últimas indicaciones sobre la tarima en el centro del enorme salón.
Para cuando la noche cayo lujosos automóviles desfilaban a lo largo de la entrada de la cada de playa, de él la más grande variedad de seres descendían generando las carcajadas en algunos de los presentes al ver un disfraz divertido o irracional, en el momento en que los invitados ingresaban a aquel enorme salón se veían transportados a un mundo de ensueño, la orquesta tocaba suaves vals que parecía hechizar a los invitados de a poco.
Herendira miro alrededor moviendo las esposas que adornaban su uniforme policial más que provocador, escondiendo debidamente su rostro bajo el antifaz hasta que sintió unas manos en la cintura mientras la pegaban del todo a un cuerpo con un olor que bien conocía, porque habían miles de tipos de ladrones pero los de cuello blanco eran tan elegantes y provocadores y Vanessa estaba para comerse con aquella ropa, pantalones de vestir entallado, tacones,  maletín, saco y el hecho que delataba su delito era el antifaz con los colores negro y blanco y claro la parte de su maletín que decía “Te dejare sin dinero”- Oficial arrésteme.
-Compórtate- dijo divertida enfocando a los invitados, noto como Andrea sujetaba esperaba ella a Stefani de la cintura, vaya par el pirata y su damisela en desgracia… que par de niñas malas razono fugazmente viendo los pantalones de cuero entallados de Andrea y aquella camisa de pirata provocativa, aunque el escote de Stefani estaba algo más que provocador, los gemelos iban de payasos y sus esposas prefirieron ignorar la tontería vistiéndose de damas francesas, lo que no sabía ella era donde estaba el “Príncipe Adán” porque de pronto Amara parecía tragada por la tierra, normal se veía bellísima porque Clarisse se esmero tanto que era un Príncipe en toda regla, ni ella la reconocería en aquella multitud.
Los murmullos cesaron de pronto mientras Arturo y Elena descendían vestidos como el rey y la reina que eran seguidos por Victoria, vestida solo por un sencillo traje medieval, del corte en caída recta con aquella cinta en las caderas que se perdía con delicadeza, para nada pomposo o exagerado y que sin embargo remarcaba su belleza, la tiara en su cabeza llamaba la atención hacia su hermoso rostro, tal era el sopor de los invitados al verla que Herendira dudaba que alguien escuchara realmente el discurso de Arturo.
La parte que estaba segura todos escucharon fue - ¿Quién será el valiente que baile con la Princesa?- enfoco a los caballeros invitados disfrazados de miles de maneras y algunos empujones entre ellos como animándose mutuamente a hacer aquello, enfoco entonces a Victoria descubriendo su incomodidad aun debajo de aquel antifaz, mientras los cuchicheos se extendían por el salón, la orquesta al parecer no parecía dispuesta a tocar; en ese momento noto como Stefani le susurraba algo a Andrea y esta subía en dirección al piano dando indicaciones a los músicos.
De inmediato reconoció la entrada de la pieza “Tiempo de Vals”  ¿Por qué esa pieza?, se separo  enfocando a Vanessa que estaba de puntillas al parecer buscando a alguien- Vamos Amara ella sigue allí de pie, no me hagas ir a mi - le escucho murmurar, volvió a enfocar a Victoria notando a Arturo removerse nervioso y a la joven con las manos apretadas al frente, en el momento en que Andrea inicio la primera estrofa la vio porque por un demonio era imposible no verla… era un príncipe en regla y el mar de suspiros que provocaba en las damas hacían referencia a ello, la vio subir dos escalones y hacer una elegante reverencia al tiempo que la primera parte de la canción escapaba de los labios de Andrea llenando el salón con la orquesta de fondo, observo la mano temblorosa de Victoria ser tomada con firmeza mientras sin romper la reverencia Amara la llevaba al centro del salón haciéndola girar y provocando que su vestido se luciera a más no poder.
El primer giro llego con elegancia provocando que la atención de todos los invitados se situara en aquella pareja, Victoria trastabillo algo nerviosa antes de sentir al Príncipe pegarse a ella – Tranquila- se separo sorprendida al escuchar la voz de Amara enfocando los ojos grises- solo déjate llevar- asintió quedamente antes de ver la sonrisa formándose en el rostro- cierra los ojos- lo hizo sin dudarlo siquiera, aun cuando percibía que había perdido buena parte del vals.
Fue entonces que escucho esa letra en un idioma que no era el suyo pero que la hechizo al momento, haciéndola sonreír y abrir los ojos viéndose del todo en el centro del salón, se separo girando sobre su eje percibiendo la mano de Arian aun sujetando la suya con firmeza antes de volver a sus brazos y girar juntas mientras los invitados aplaudían extasiados por la elegancia de los movimientos que presenciaban y el mundo a su alrededor se volvía borroso e insignificante.
Su corazón latía como si estuviera por reventarse en su pecho, antes de sentir las manos en la cintura elevándola en el aire ante el desencadenante del solo musical, para regresar al piso con suavidad a espaldas de Amara sintiendo el ritmo del vals, aquel suave un dos tres que parecía decirle que su vida era suya… y ese cumpleaños era el primero del resto de su vida, percibió el giro violento que la dejo de frente a aquel antifaz y prendada del todo a aquellos ojos grises y profundos.
Bésame en tiempo de vals
Un dos tres un dos tres
Sin parar de bailar
Haz que este tiempo de vals
Un dos tres un dos tres
No termine jamás...

Las manos en la cintura le anunciaban que de nuevo le alzarían por lo que sujeto los brazos con fuerza ante aquello intentando impedir el movimiento para ser girada con suavidad de nuevo ya no solo sobre su eje sino con un suave avance en el salón, cuando volvió a quedar de frente enredo sus brazos con suavidad en el cuello- Haz que este tiempo de vals no termine jamás- dejo escapar con suavidad sobre el oído percibiendo el aroma que adoraba antes de separarse para unir sus labios con suavidad provocando que todo movimiento cesara, temiendo ser rechazada solo tres micro-segundos antes que las manos de Arian tomaran su cintura abrazándola con suavidad y envolviéndola en su calidez, porque era su tiempo de vals….. Su hora de vivir…
Con tres pasos de baile una historia de amor
Es tiempo y es en fin

Mi tiempo para ti.
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11 comentarios:

  1. Que les dije, que esta historia se hiba a poner mas buena en cada capitulo y todavia lo que falta, me encantan todas la parejas pero mi favorita es la de Arian y Tory, Sombra234 como siempre me dejas con muchas emosiones, saludos ;)

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  2. Me encanto uff que excelente capitulo hubo de todo ya quiero leer el proximo esta historia es muy adictiva me encanta ^^

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  3. WOAA este capitulo si que estuvo hermoso felicidades sombra me tiene enganchada esta historia besos Maria

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  4. Me encanta esta historia saluds desde paraguay

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  5. que barbaro, que tiron muy buena pobre tormenta ..era necesario en fin muy buena
    esperando mas gracias

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  6. Wooow,si que te este diste con éste capitulo,menudo sorpreson!!
    Me hiciste sufrir al ver a Vanessa en peligro y al saber que Tormenta murió por defenderla.
    El resto me encantó,lo bien que están Stefani y Andy,el amor que está surgiendo entre Victoria y Amara,el avance lento pero seguro entre Evelyn y Karina,pero sobre todo la relación de Vanessa y Herendira,las palabras de ésta diciéndole a Vanessa el porqué no morirá a los 30...pfff me desarmaron :-D
    En definitiva,que estoy enamorada de tu historia y estoy deseando seguir disfrutando de ella
    Rita

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  7. vaya capitulo masss largo pero muy bueno
    gracias

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  8. Uy que gran capítulo, la verdad de Sasha a Herendira (ojala la perdone y que sepa que el papá de ella no es Victor), el atentado (creí que Vanessa iba a morir pero no fue así gracias a su fiel compañera Tormenta, me parecio triste que muriera la canina) las declaraciones de amor (de Herendira a Vanessa y de Andrea hacia Estafani fueron las escenas mas hermosas de este capítulo) lo único que no me gusto es que Helena se interponga entre Victoria y Amara (es muy perjuiciosa deberia apoyar a su prima como apoyo a Estafani y dejar tanta pendejada del que diran la familia, ellos no les importa verdaderamente a Victoria no la quieren para que congraciarse o complacerlos mejor que su prima haga lo que quiera y que ame a quien quiera).

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  9. Dios mío! Es el mejor de todos los capítulos...Demasiadas emociones...he quedado impactada.

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  10. son tantas historias de amor y tan geniales, me encanta, cada vez se pone mejor.

    - Maria, Colombia

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  11. Quiero que esta historia se convierta en un libro!

    Sombra a ti, mi más sincera admiración, y unas gracias infinitas por llenar mi alma de emociones desbordantes, de risas incontroladas y por momentos hacerme creer en lo imposible, si bien esto solo es un blog, deseo ansiosa el día de comprar todos tus libros y saber que aún sin conocerte, se que eres una excelente escritora y una gran persona!

    Buena vida!

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