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actualizando el blog de La Teta Feliz por problemas de tiempo, por mi trabajo. Yo sigo en mi blog personal, y tratando de actualizar La Teta Historia. Pero no La Teta Feliz. Sepan Disculpar.

Atte Jjaxxel



14 oct 2013

No Me Olvides - Sombra234 - 24

Capítulo 24
EMOCIONES DESBORDADAS.
Hay dos formas de vivir la vida, Una pensar que nada es un milagro. La otra pensar que todo es un milagro
Albert Einstein
La mañana despunto con suavidad sobre la ciudad generando una bruma suave provocada por la última lluvia de la temporada y la decisión del sol de imponer su mandato. Sasha se removió entre sus sábanas antes de escuchar un quejido molesto soltando una suave risa para deslizar su cabello sobre el varonil pecho y tirar con suavidad de la corta barba de su esposo - Eres una mala mujer - le escucho decir con tono perezoso por lo que sonrió suavemente.
-Eduardo- dejo escapar con sensualidad provocando que los ojos se abrieran en el acto desencadenando un océano miel ante su mirada.

-Mamacita- vio las cejas moverse de arriba abajo por lo que estallo en sonoras carcajadas que no tardaron en ser acompañadas por las de su pareja.
-Tú si sabes asesinar mi lado seductor- dejo escapar quedamente mientras se recostaba en el pecho.
-Bueno era una bromita matutina- sintió la barba por lo que se aparto suavemente- has estado muy tensa, anda veras que podemos hablar con nuestra hija… ya hablaste con tus hijos, solo nos falta la pequeña y estoy segura que entenderá perfectamente.
-Si es tan testaruda como yo lo dudo mucho - se incorporo paseando sus ojos por la recamara percibiendo aquella mirada posada en ella - la abandone, la ha pasado mal… tiene todo el derecho del mundo a odiarme.
-Odiarnos- noto como Eduardo se incorporaba ubicando una mano sobre su hombro con suma delicadeza - yo soy su padre y la deje con ese tipejo, no procure su seguridad ni resguarde sus sentimientos… es mi hija y no la cuide… así que de odiar que nos odie entonces a los dos.
-Le gustan las mujeres- soltó aquello de golpe generando que su esposo palideciera brevemente antes de que empezara a formar una enorme sonrisa - es verdad y tiene un mujeron de novia eso dice su amiga.
-Claro que si -  miro a Eduardo sorprendida - es nieta de su abuelo y mi hija, he de decir en su favor que en mi familia siempre hemos tenido un gusto impecable con las mujeres - lo noto hacer una pausa como meditando algo - hablando de mujeronas ¿Ya viste la oficial de la Avenida Central? - lo miro sorprendida - es una hermosura, no tanto como tú querida - le afirmaron ocasionándole una sonrisa_ pero si pasas por la departamental más grande es imposible no mirarla… tiene una presencia abrumadora.
-Parece que te divertiste ayer - dijo quedamente a sabiendas que el último comentario simplemente intentaba dispersarla de su preocupación - Solo espero que Herendira entienda porque siento que de todas formas no tengo justificante alguno para mis acciones.
-No fue tu culpa - escucho la voz de su esposo - en todo caso fue mía por no poder protegerte ni a ti ni a los niños, de las absurdas amenazas de ese gusano de hombre… le debí romper la cara sin importarme nada más en lugar de dejarle el camino libre - sintió el fuerte abrazo que le prodigaban - Así que si nos odia… compartiré tu dolor como siempre - cerró los ojos reconfortada del todo, porque tenía a su esposo y a dos de sus hijos… pero bien sabía ella que su victoria seria completa cuando tuviera a Herendira en sus brazos.
Víctor Villafiel se revolvía inquieto en su silla viendo a sus hijos mover cajas de un lugar a otro empacando sus pertenencias, les miro alternativamente esperando alguna respuesta o explicación por parte de alguno de ellos, sin embargo el silencio seguía reinando en el sitio - ¿Sera que puedo saber que hacen? - noto todo movimiento cesar de golpe mientras ambos se giraban a mirarlo.
-Obviamente Señor Villafiel - levanto la ceja derecha al escuchar el tono que su hija había empleado al referirse a él - nos mudamos de oficina.
-¿Y con permiso de quien?- afirmo poniéndose de pie enfadado.
-Del nuestro_ escucho la voz firme de Miguel - ya sabemos lo que le hizo a nuestra madre, cuanta vileza de su parte_ observo la vena de la frente de su hijo saltarse en clara muestra de molestia.
-¿Vileza?- dejo escapar una risa irónica - tuvieron todo cuanto desearon de esta vida, ¿Ahora vendrán a quejarse por una cuantas palmaditas que le di a su madre en el rostro? - noto como Miguel avanzaba hacia el siendo detenido en el acto por su hermana.
-Déjalo Miguel… - miro a su hija fijamente - al final no tendrá nada -la miro con sorpresa - solo su rencor y algo de su frío dinero y eso si nuestra hermanita es atenta con él.
-¿Dónde está Herendira?- les cuestiono con seriedad antes de escuchar las carcajadas de ambos mientras abandonaban la que era la oficina familiar -¡LES ESTOY HABLANDO!- dio un grito frustrado mirando las notas sobre su escritorio podía perder a esos dos pero a Herendira… no se podía dar ese lujo.
Estiro su mano abriendo la última gaveta de su escritorio, esa que cerraba con dos llaves diferentes para extraer aquella libreta negra que no había vuelvo a usar desde que se deshizo de Sasha, era un método algo sucio el que usaba pero ciertamente efectivo, levanto su teléfono marcando el número que le señalaban para saludar suavemente - Hola viejo amigo….
Andrea enfoco la espalda desnuda de Karina en su cama ladeando la cabeza antes de revolverse el cabello con pereza encaminándose al baño, mientras abría el grifo permitiendo a aquel líquido frio empapar su cuerpo en su mente se arremolinaban imágenes de la noche anterior que nada tenían que ver con la mujer que descansaba en su recamara.
Porque las imágenes de su mente llevaban un cabello rubio y unos ojos azules intensos que le miraban con infinito cariño mientras la trivialidad formaba parte de su conversación, junto con aquellas caricias que durante tanto tiempo soñó recibir, toques suaves y gentiles, besos en las manos, las mejillas, el cuello, aquellos ojos azules mostrándole que era el centro del universo, que era ella el universo mismo. Sonrió suavemente apretando ambas manos sobre su pecho al recordar los suaves te amo que le prodigaban con infinita devoción, uno seguido de otro, cada halago sobre su cabello, manos o cuerpo para regresar al te amo…. Tan profundo, sincero…
Recordaba los miles de besos que le había obsequiado hasta que el taxista desesperado le cuestiono a Stefani si se subía o no para llevarla a casa, la promesa de llamarla al día siguiente y enviar rosas, ahogo un grito emocionado sonrojándose sola de golpe.
-Cuánta emoción - se giro para ver el cuerpo desnudo de Karina invadir la ducha apretándose contra ella_ Eso me parece saludable…
-¿Qué es vivir?- cuestiono de golpe llevándose una mirada intensa y extrañada de a mujer.
-Es la reacción biológica que hace que tu cuerpo en general mantenga una funcionamiento adecuado para la sobrevivencia - sintió las manos alrededor de las caderas antes de darle un suave empujón no muy satisfecha por la respuesta -¿Por qué preguntas eso?
-Porque simplemente es algo que quiero saber… dijiste que me enseñarías todo cuanto sabías_ acaricio el cabello que se empezaba a empapar suavemente mordiéndose el labio divertida.
-Uno debe crearse su propio concepto de vida - hizo un enorme puchero que genero una risa suave y gentil - bien… para mí vivir es cuando tu corazón late - sintió como la atraían con fuerza hacia el seno izquierdo escuchando el suave tamborilear del corazón de Karina - y que lata es un verdadero milagro - ahogo una exclamación de asombro al escuchar la palabra milagro en boca de Karina - respirar, caminar, correr, pensar, ver, oír, sentir… es un milagro, tu cuerpo es capaz de hacerlo todo a la vez e incluso cosas que no eres capaz de explicar, vivir para mi es ser consciente de ello, agradecerlo no olvidarlo, vivir es apreciar desde la primera puesta de sol hasta el último amanecer que veas, la cercanía de un cuerpo, la risa que acompaña la tuya o las preguntas curiosas de tu amante de turno_ sonrió besando la barbilla con devoción.
-Me gusto mucho tu respuesta - admitió quedamente - me encanta en realidad - cerró los ojos escuchando aquel corazón latir con fuerza.
-¿Tu rubia te hace feliz? - se separo mirando los ojos con intensidad unos momentos - Estas sonriendo mucho de nuevo, supongo que estas arreglando las cosas…
-Me  pidió una oportunidad y se la di - paso la mano sobre los hombros como si con ello pudiera apartar el agua para bajarlas por la espalda - pero no significa que me quede con ella…
-Es tu plato A - escucho que le decían - pero te diré al ser humano en general no le gusta compartir - la miro extrañada - es por culpa del amor romántico, esa estúpida idea que tienen que debes sacrificarte por amor, ser una extensión de tu pareja y dejar morir una parte de ti con ella - la vio mover la cabeza - por eso yo tengo un plato favorito pero nunca dejo de probar… porque puede que A sea mi favorito pero C puede ocupar su lugar luego…
-¿Entonces no crees que puedas encontrar un plato definitivo? - se separo mirándola con curiosidad unos instantes.
-Me estas pidiendo que encuentre un ser humano que me diga que no me cortara mis libertades -  por lo que abrió los ojos con sorpresa - que me diga que puedo estar con otras mujeres y no pasa nada… porque sabe que la amo - aquellas palabras eran las que Stefani le había dicho la noche anterior - ese plato no existe… y si lo encuentro un día, dejare todos los demás porque sabré entonces que es el indicado…
-¿Y no te da miedo que te lastimen? - le cuestiono quedamente sintiendo como tomaban su rosario entre los dedos jugueteando con él.
-Sí sé que es la indicada… no niña… sería tonto tener miedo - le afirmo -  pero si lo tengo disfrutare el miedo con intensidad porque me muestra que mi sentir es real y que por primera vez en mi vida tengo deseos de quedarme en una sola cama, con un solo cuerpo… disfrutaría mi miedo porque me indicaría que encontré un verdadero hogar…
-Nunca pensé escucharte decir tal cosa - ladeo la cabeza maravillada brevemente - pareces otra persona realmente.
-Un ser humano simple, es un ser humano aburrido - le  divertida - y yo siempre he sido muy compleja no en vano te atraje desde el comienzo.
-No, yo te atraje -  tirando del cabello con suavidad - eres una engreída… mira que tú me intentaste seducir, no al revés_ agrego viendo como le sacaban la lengua antes de besarla con intensidad - oye…
-Disfrutare intensamente de ti - le escucho musitar quedamente - de todo lo que ofreces antes de que regreses con tu plato adorado- se separo mirándola seria.
-No volveré con ella… yo- observo cómo le negaban por lo que bajo la cabeza algo apenada_ no quiero estar atada…
-Si es amor… como dices tú… ella nunca te hará sentir atada… porque el amor es libertad…. ¿Entiendes? - sintió la mirada intensa que la hizo estremecer de golpe - libertad… nunca cadenas… por eso no creo que encuentre alguien a quien amar…. Porque mi amor necesita ser libre y dejarme serlo… volar conmigo más allá de las nubes que tanto me gusta mirar y perderse en una sonrisa sin notarlo siquiera… mi amor debe recordar como yo que cada que escucha mi corazón latir es un milagro ya no solo porque late sino porque lo hace para ella…- sintió una lágrima escapar de sus ojos y deslizarse por su mejilla sin poder controlarlo siquiera ante la intensidad de aquello que le expresaban - mi amor… debe saber llorar de alegría…. Y admirar en las estrellas la infinidad que habita en su interior.
No tuvo más cuestionamientos ante tan intensa declaración más que unir sus labios a los de ella en un beso entregado e intenso, mientras sentía su cuerpo desnudo presionarse con el de ella, con su razón negándose a ceder ante los ojos que su corazón deseaba ver al abrir los suyos… esos ojos… devotos, entregados…. Ojos… ojos… intensos….azul intenso.
Herendira se cubrió el rostro con la sabana avergonzada observando el cuerpo desnudo de Vanessa a su lado, extendió la mano con suavidad  pasándola por la piel suave y tersa de la espalda para escuchar un suspiro de satisfacción que la hizo enrojecer aun más si era posible. Si no la tuviera desnuda a su lado y ella misma no estuviera en iguales condiciones le diría a cualquiera que lo había soñado.
Se levanto despacio mirando el reloj brevemente, la mañana ya estaba algo entrada pero eso no tenía importancia, se ruborizo de nuevo al ver su ropa esparcida por la habitación mezclada con la de Vanessa en el suelo de la misma, estiro su brazo tomando aquella enorme camisa blanca que en ocasiones Vanessa usaba para dormir y ubicársela notando que cubría lo necesario, percibió el olor de la ropa encantada antes de abrir la puerta de manera silenciosa encaminándose a la cocina.
Abrió apenas las persianas por aquello de los vecinos curiosos, mientras empezaba a preparar todo para los panqueques, el ruido de un plato detrás suyo la hizo voltear para ver a Tormenta sentada enfocándola - Lo siento - dejo escapar quedamente antes de servirles sus croquetas en la esquina y dejarla comer, juraría que el animal la miraba acusadoramente.
Miro el desorden sobre la mesa sonrojándose de nuevo, aun no podía creer que aquello había pasado, se llevo una mano a los labios aun podía percibir esa sensación de intenso calor sobre ellos… se giro empezando a preparar la masa de los panqueques mientras sus ojos viajaban brevemente a la noche anterior.
Vanessa la tenía apretada contra los gabinetes de la cocina mientras le devoraba los labios con intensidad, ella por su parte luchaba por imponerse en aquel beso que parecía más una lucha de fuerza y voluntades que las tenia enredadas, sentía la calidez de los labios mientras su lengua se sentía invadida por otra idéntica a la cual empujaba cada tanto escuchando ahogados gemidos de molestia…
Finalmente sintió las manos sobre su cintura que la sentaban sobre un gabinete al parecer dispuestas a acariciar con más comodidad sus piernas provocándole suaves suspiros y una leve desconcentración en la guerra que emprendían sus bocas, una que crecía a medida que aquellas manos se aventuraban debajo de su playera creándole placenteras sensaciones que la hicieron dar por perdida su batalla, provocando que Vanessa abandonara su boca e invadiera su cuello logrando que echara para atrás su cabeza golpeándosela con una gabinete, cosa que ciertamente le importo poco. Pero su futura amante pronto demostró que a ella sí, cuando se dio cuenta su cabellera roja recibía delicados y dulces besos que le provocaron una suave sonrisa, ahogo un grito cuando la tomaron del trasero entrelazándose con fuerza a las caderas de Vanessa por miedo a caer y terminando de esa manera recostada en la mesa de la cocina.
-Vaya fantasía uno a punto de cumplirse - contuvo la risa antes de sentir otro apasionado beso que amenazaba con desconectar del todo sus neuronas - pero no para tu primera vez - sintió como la movían de nuevo acabando entrelazada al cuerpo de su adoración - me encanta que te dejes hacer…
-Debería estar loca para resistirme a mi diosa - rió cuando sintió un suave beso en el cuello y el sonido de la primer peldaño de los escalones la hizo abrazarse con más fuerza a Vanessa - son muchos -  quedamente.
-Por suerte no pesas nada y yo soy muy fuerte - le afirmaron con calma y para su sorpresa así fue, más allá de la pasión que sentía que inundaba su cuerpo, su alma se sentía completamente tranquila y segura en aquellos brazos - a ver - sintió como uno de los brazos cambiaba de posición y la puerta de la recamara se abría finalmente - Tormenta fuera no estás invitada - rió quedamente estrechándose más - deja de reírte - le dijeron quedamente - Herendira - río con más fuerza al escuchar el tono consentido con que le hablaban antes de que la dejaran caer en la cama con fuerza.
-Es tu culpa- dijo mirando como la expresión de los ojos de Vanessa había cambiado a una juguetona y no tan agresiva_ y de Tormenta me hacen muy feliz- extendió la mano invitando a Vanessa a recostarse con ella pero le negaron con la cabeza, por lo que se enderezo en la cama poniéndose de rodillas para arrastrarse hasta el borde y erguirse levemente entrelazando sus manos alrededor del cuello de la joven mujer delante suyo.
-¿No tienes nada de miedo?- le cuestionaron suavemente_ ¿Estás segura de lo que vamos a hacer?, ¿Tal vez quieres un lugar especial?
-No tengo miedo porque estoy contigo -  besando las mejillas con suavidad - y Vanessa es especial porque precisamente es contigo… no me imagino nada mas especial que eso en todo el mundo - la vio moverse con delicadeza le parecía insoportable que ella se estuviera controlando de aquella manera cuando escaleras abajo parecía estar ardiendo en llamas, la vio ubicar unas velas con atención en cámara lenta antes de que de su boca escapara un gemido involuntario que hizo detener todo movimiento y provoco que ella se tapara la boca avergonzada.
-Que rico- escucho que le decían con una media sonrisa mientras ella deseaba que se la tragara la tierra ¿Qué diablos había sido eso?, movió los ojos nerviosa - ya casi voy no seas impaciente - abrió los ojos al escuchar aquello ¿Impaciente?.. ¿Ella? Díselo… negó con la cabeza… “díselo” le repitieron en su interior por lo que volvió a negar “anda díselo”.
-Como impaciente condenada mujer - se volvió a tapar la boca justo cuando Vanessa se dirigía a apagar las luces de la recamara mirándola con extrañeza - llevo viviendo contigo un buen tiempo, comparto tu ca…ca…ca… - “deja de tartamudear… yo no tartamudeo, porque no soy una niña asustada” - cama contigo y es una tortura digo ya te viste - afirmo de pronto tragando grueso - sales medio desnuda del baño, te paseas en pantaloncillos o llegas de correr y vamos que… que…
Los pensamientos o argumentos racionales se esfumaron de golpe cuando vio la blusa de Vanessa volar siguiendo su trayectoria en cámara lenta antes de enfocar el torso delante de ella solo con el sujetador blanco y delicado - ¿Dijiste algo? - negó con suavidad varias veces - Eso pensé - la vio acercarse en cámara lenta por lo que irguió de nuevo en la cama - Herendira no seas desesperada - le repitieron por lo que soltó un suspiro entre frustrado y deseoso.
-Vanessa - la llamo suplicante antes de ver como pasaban a pasos de ella y sentir aquel olor agradable invadiendo el cuarto al parecer las velas no solo alumbraban - deja de hacer eso… es especial porque estás tú…ven  - suplico inclinándose levemente hacia adelante y notando aun en la penumbras una dilatación en las pupilas ante aquel movimiento - ¿Te gusta lo que ves? - cuestiono quedamente.
-Mucho- le respondieron uniéndose de rodillas a ella en la cama- pero me gustara más lo que hay debajo de esta ropa_ le afirmaron a punto de besarla separándose ella divertida al notar la cara de desconcierto
-Creo que tengo que ir al baño.
-¿Eh?- rió con fuerza al ver el gesto entre desesperado y confundido.
-¿Quien es la desesperada ahora? -  antes de sentir el beso firme y apasionado que le creó un leve colapso neuronal mientras acababa recostada en aquel colchón que bien conocía, sus manos estaban entrelazadas con las de su amante que presionaba con fuerza su cuerpo junto al suyo sobre el colchón.
Calor era lo que sentía extendiéndose por todo su cuerpo, uno tan inmenso que generaba que cada prenda que continuaba en su cuerpo le estorbara de manera espantosa, necesidad era la única palabra que se formaba en su cabeza, necesidad de sentir más de aquella piel que deleitaba a sus manos, necesidad de arrasar con cualquier obstáculo que se interpusiera entre ella y lo que  deseaba - Respondí tu pregunta_ escucho la voz en un matiz más oscuro y agitado por lo que acaricio el rostro con cariño, intentando calmar su respiración mientras su mano descendía por el cuello cremoso y tentador.
-Sí- logro articular finalmente - Savedra - la llamo con suavidad y sensualidad, con una voz que no conocía suya pero al parecer despertaba las más bajas pasiones en la persona que la tenía entre sus brazos que tomo la pronunciación de su apellido como un mandato para empezar un camino de besos por el cuello antes de sujetar la playera de Herendira y apartarla de su camino, generando en su dueña la reacción primaria de cubrirse - ¿Si yo te enseño tu me muestras? - la miro unos instantes antes de ver el sujetador volar bajando las manos en el acto para darles una mejor ocupación.
A Vanessa al parecer el movimiento la tomo por sorpresa, lo poco de racional que había en ella acababa de volar junto con su sujetador bajo el contacto despiadado de la boca de Herendira que le genero el primer gemido de la noche - Herendira espe… - gimió de nuevo con fuerza sin poder contenerse siquiera para sentir como le sacaban los pantalones o poder oponer resistencia, era como si aquella  joven apacible y tranquila se hubiera convertido en un incendio que no podía siquiera controlar.
-Savedra- observo maravillada los ojos verdes oscurecido ¿Esa era la mujer que era Herendira?- definitivamente quiero todo contigo - la vio inclinarse de nuevo hacia ella deteniéndola en el acto e intentando recuperar el control en el sencillo acto de tirar ella de los pantaloncillo lanzándolos lejos junto con la ropa interior que le quedaba encima a Herendira -¿No enseñabas tu primero?
-Cambie las reglas-  afirmo tirando de ella para pegarla a su cuerpo soltando un gemido de éxtasis al sentir la piel desnuda en contacto con la suya y escuchando uno similar brotando de ella, devoro la boca con premura una igual a la que le regresaban para separarse y descender hasta las piernas para empezar a surcar un camino de besos por ellas con completa calma, notando cada tanto como el cuerpo de su amante se arqueaba suplicándole algo que aun no le pensaba dar - no seas desesperada - murmuró divertida.
-Savedra- escucho como la llamaban en algo que ponía definir entre la agonía y el éxtasis, una voz excitada pero demandante - se separo del muslo interno de la pierna derecha que besaba con suavidad desde hacía un rato para mirar a la cara de Herendira con completa inocencia - ¿Y si dejamos de jugar? - asintió aceptando el desafío por completo.
Se incorporo en la cama enfocando los ojos verdes con profundidad antes de marcar un beso diferente, uno que Herendira sintió que rayaba en lo perezoso, tan lento y calmo pero a la vez tan profundo y excitante que hizo a su cuerpo empezar a desear más, para cuando Vanessa se separo los besos empezaron a llover en el cuello delimitando un camino deseoso por la barbilla y las mejillas antes de regresar a la boca, cada tanto Herendira ahogaba algún gemido pues mientras la sometían a una sesión de besos podía sentir el resto del cuerpo de Vanessa haciendo una placentera presión sobre el suyo.
Pronto sus manos inquietas empezaron a delimitar aquella silueta que tanto había deseado, la culminación de un sueño que hacia un tiempo atrás se le hacía más que imposible, percibía la fragancia que despedía el cuerpo, la calidez y la suave transpiración que empezaba a embargarlo, sus manos descendieron deseosas antes que su dueña soltara un gemido de éxtasis dentro de un beso al ver que la cintura de Vanessa era de la medida exacta de sus manos, el tamaño ideal la sujeto de aquella parte para incitarla a pegarse más a su integridad.
La sintió separarse y arquearse levemente cosa que aprovecho para incorporarse del todo dejándola entrelazada a su cuerpo mientras la miraba momentáneamente antes de decidir devorar sus pechos, no tenía idea de lo que hacía pero poco le importaba siempre y cuando la escuchara gemir como lo hacía su nombre… al final su madre tuvo la perfecta idea al ponerle ese nombre porque en la boca de Vanessa sonaba perfecto -Herendira dame más-  se separo mirándola con intensidad ¿Fue una súplica?, sonrió besando la base del cuello con suavidad haciendo una pausa sin saber exactamente como le daría más - Herendira…
-No sé qué hacer - admitió quedamente notando como la miraban con agitación unos instantes antes que una sonrisa triunfante de superioridad se formara en el rostro de Vanessa.
-Entonces déjame enseñarte - sintió como la recostaban de nuevo para sentir a Vanessa sobre ella de nuevo - presta atención - le escucho decir con agitación - el cuerpo tiene puntos sensibles - sintió una mano pasearse por su pierna para elevarla enganchándola del todo a las firmes caderas de su amante mientras que ella se sujetaba a las sabanas algo le decía que era mejor quedarse quieta y dejar que hicieran lo que quisieran - tus muslos por ejemplo - arqueo la espalda del todo a pesar de que la tenían firmemente sujeta al sentir los dedos jugar levemente con su pierna elevada y la parte interna del muslo de esta - son muy sensibles… pero los debes dejar para el final - la miro intensamente - lo demás mi amor es practica - la miro extrañada al escuchar el mi amor momentáneamente pero quizás era solo una expresión.
Sintió los besos en el cuello de nuevo, suaves mordiscos que amenazaban con hacerla enloquecer mientras las piernas de Vanessa presionaban cada tanto contra su intimidad amenazando con volverla loca, fue cuando sucedió sus caderas se movieron solas buscando más contacto, con más necesidad mientras sentía como sus pechos eran atacados sin piedad, sentía que era un tortura en extremo larga para ella aunque se sentía desfallecer de gusto y placer, parecía que todo su cuerpo de golpe se había transformado en un cúmulo de sensaciones que se concentraban en aquel momento en la parte baja de su vientre donde una de las piernas de Vanessa hacia presión sin piedad –Más- musito quedamente observando la mirada dulce y apasionada que le dirigían para sentir algo más que la pierna de Vanessa presionando en aquel sitio y provocando que se aferrara a ella con fuerza.
¿Cómo alguien podía conocer también sus necesidades?, sin duda la palabra “más” acababa de convertirse en su favorita, tan solo pronunciarla y las manos de Vanessa sustituían a su pierna ejerciendo un contacto más preciso y placentero, mientras ella cerraba los ojos momentáneamente solo para abrirlos y dar de lleno en la noche sin estrellas que constituían los ojos de su amante completamente concentrados en ella y en su necesidad mientras su cuerpo actuaba por si mismo moviéndose a un ritmo y compas, buscando un mayor contacto y si lo decía de nuevo ¿Que pasaría? -Vanessa más- murmuró de nuevo sintiendo una presión mayor en el límite entre su interior y su exterior por lo que la miro momentáneamente antes de asentir y mover de nuevo las caderas buscando un mayor contacto con la mano de su amante y con todo lo que estuviera dispuesta a darle.
Sensaciones que invadían su cuerpo mezclándose con sentimientos que siempre amenazaron con desbordarla, pero en aquel momento todo se sentía tan perfecto, tan único se movió con más necesidad provocando que ella hiciera lo mismo, sus ojos fijos en ella cuidándola en todo momento, guiándola por aquel sendero de placer infinito que ella misma había creado y estaba por culminar con aquel calor que se extendía por todo su ser, con cada musculo de su cuerpo tensándose con fuerza, con ella entrelazándose del todo a su amante deseando fundirse en ese momento mientras juraba que su cuerpo se había vuelto electricidad pura y el universo en pleno había desaparecido dejándola desamparada pero a la vez extrañamente segura.
Una descarga tan infinita acompañada de su voz ahogada y deseosa mientras su cuerpo se relajaba de lleno dejándola rendida y agitada para cuando fue capaz de enfocar de nuevo, dio de lleno con los mismos ojos negros que le habían cuidado, el universo entero en ellos… eso eran el universo que necesitaba, unos hermosos ojos negros que le mostraban cuan hermosa era en realidad… sintió la mano pasearse por su mejilla con suavidad - ¿Te lastime?- le cuestionaron con una suavidad y dulzura que la había maravillado.
-No-  entrecortadamente - es que por primera vez en mi vida… me sentí realmente amada - se paso las manos por la cara dejándose de aferrar a los hombros para limpiarse la cara varias veces intentando detener las lágrimas que continuaban brotando – perdona - sintió como ella la hacía girar para acabar recostada en su pecho sintiendo como la abrazaban con fuerza.
-Llora- le dijeron con firmeza - llora todo lo que necesites para que nunca más lo hagas y hazte a la idea de que de ahora en adelante te vas a sentir amada todos los días… así que no puedes ir llorando por allí- asintió con suavidad apretándose con fuerza dejando al llanto fluir sin contención alguna - llora amor… y olvídate de todo eso, de ahora en adelante es borrón y cuenta nueva… porque eres mi mujer…
¿Sentirme amada siempre? Herendira se detuvo antes de voltear el panqueque, no se atrevía a hacerse a la idea siquiera pero Vanessa la hizo sentirse amada tantas veces la noche anterior de una manera que no imagino, sintió las lágrimas resbalar por su mejilla por lo que levanto la mano limpiándosela en el acto había prometido no llorar más  pero le era casi imposible no hacerlo - ¿Qué dijimos anoche luego de que te hice al amor por decima quinta vez? - dio un salto asustada antes de sentir como la sujetaban por la cintura con fuerza - calma solo soy yo…
-Amor me asustaste - dejo escapar con naturalidad sintiendo el beso cálido en el cuello- Te iba a llevar el desayuno a la cama.
-Eso pensé cuando no te encontré en ella - sonrió al sentir otro beso suave cerca de la mejilla - pero la cama es muy solitaria y fría sin ti - rió quedamente al sentir las manos empezarse a colar debajo de su playera.
-¿Amor no tenias que trabajar?- cuestiono algo alarmada cayendo recién en cuenta de ello, se separo mirándola preocupada.
-Sí y no- la enfoco extrañada al ver la sonrisa suave formarse mientras apartaban unos mechones pelirrojos de su rostro- me reporte enferma a la estación anoche antes de venir, tanto Tormenta como yo comimos alimentos en mal estado- vio los ojos pasearse traviesos antes de escuchar un quejido de Tormenta como si el animal estuviera enfermo realmente, se le hacía que no era la primera que ese par faltaba a su trabajo con aquella excusa- Así que me tendrás que cuidar mucho, mucho, mucho…
-Si mi amor te cuidare mucho-  afirmo besándola con devoción antes de girar el sartén provocando que el panqueque volara y cayera al centro de nuevo para continuar atendiendo los labios de Vanessa.
-Ya no llores- le escucho decir por lo que asintió suavemente abrazándola- mañana me reportare enferma de nuevo por exceso de actividades placentera- se ruborizo de golpe al recordar de nuevo todo lo hecho la noche anterior -¡oh vaya! Qué pervertida te acabas de acordar de todo y ¿Quieres más? - sintió como subían levemente su camisa.
-Creo que siempre querré más - admitió quedamente avergonzada.
-¡TOCA EN LA MESA!

-¡VANESSA ESPERA!
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9 comentarios:

  1. Jajaj me encanto el capi diosss cada dia mucho mejor felicidades ... Atten lis desde vzla

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  2. Uff!! capitulon, la verdad de que a como lo describes y con la imaginacion tremenda que me cargo esta noche me toca baño helado como lo hacia la Vane, jajaja!! si me emosione toda cuando describiste los primeros besos de las chicas ya sabia que te hibas a volar la barda con la "primera vez"
    Necesito encontar a alguien como Vanessa como dicen los americanos ASAP!! Saludos ;)

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  3. Muy buena continuación... intenso donde debía serlo.

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  4. Que bien que todo va muy bien entre vanessa y herendira pero que mal por andrea cuando se desidira definitivamente por stefani aunque karina ahi esta calentandole las sabanas excelente capitulo como siempre ^^

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  5. Como odio a karina deberias asesinarla en la historia jajajajaja... Heyy excelente final "Toca en la mesa" de verdad estaba esperando este capi, me encanta, gracias por compartir.! Espero pronto el proximo capi nunca es suficiente

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  6. Excelente capitulo, Vanessa y herendira muy bien me encanto pero que pena por stefani ahora tendrá que chupar se sus miedos e inestabilidades de Andrea no suelo merece ojalá, por yo Andrea siente cabeza y ande bien con stefani... Saludos desde México, y gracias por deleitarnos con esta historia.

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  7. Ufff esta historia después de cada capítulo me deja sin aliento, la manera en la relatas hace. Me transporte y viva cada detalle...hermosa historia
    ISA Nic

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  8. Uyy muy bueno excepto por Andrea (uff deberia dejar tanta pendejada, aceptar y vivir el amor de Estefani) ufff no me gusta esa llamada que hizo Victor (ojala no le pase nada a Herendira) (tambien es tiempo que sepa la verdad).



    Pdta: Que gran escena relataste de Vanessa y Herendira (*.* wauo quede muy... ahora tendre que ir al baño).

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  9. SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII GRACIAS POR EL CAPÍTULO, CREO QUE COINCIDIMOS TODAS QUE ESTUVO MUY HOT, Y ESPERANDO POR OTRO LADO QUE LO DE ANDREA Y ESTAFANI SE CONCRETE POR FIN Y EN CUANTO A KARINA ME PARECE GENIAL SU FILOSOFÍA DE LA VIDA ES MUY SABIA OBVIAMENTE POR SUS AÑOS VIVIDOS.
    BESOS, DESDE PERÚ.

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