SENSACIONES.
"Solamente la existencia de Caín nos hace amar a Abel”.
Séneca
El bar estaba medio vacío dando una imagen algo triste mientras los ojos de Andrea se paseaban viendo a las pocas personas en aquel lugar, se giro algo incomoda primero porque nunca en su vida había estado en una bar de ambiente, segundo porque nunca había ido a ninguna bar un lunes simplemente se le hacía un día inadecuado para ello.
Se giro enfocando a Karina que estaba acomodada en la mesa a su lado paseando sus ojos con desinterés por el lugar, la verdad todo aquello se le hacía deprimente en ese instante el sitio parecía tan muerto - la vida tiene muchas caras - ladeo la cabeza al escuchar aquellas palabras analizándolas - un fin de semana vez un lugar como este lleno de vida y fuerza, un lunes de calma y tristeza incluso - le afirmo su acompañante - debes aprender a apreciar los momentos de calma y melancolía, aprender de todo lo que te rodea como en este momento, comprender que la vida es cambiante.
-¿Para eso me trajiste?- pregunto con algo de extrañeza.
-Sí y no- vio la sonrisa en el rostro de Karina por lo que presto aun más atención a sus palabras - quiero que vayas a la barra a conversar con cualquiera de aquellas mujeres, uses todo tu encanto para saber que les ocurre, nada de sexo, no insinuaciones… simplemente conversar con ellas - la miro extrañada unos instantes antes de asentir.
Cada paso que daba hacia aquella barra la ponía más nerviosa, la música suave resonaba en el lugar dándole un ambiente aún más melancólico, analizo brevemente sus opciones en la barra hasta dar con la que ella consideraba la indicada ubicándose a su lado con desatención, pidió una gaseosa ganándose una mirada curiosa de la joven mujer por aquello.
-Buenas noches- sonrió con encanto.
-No me interesa- ladeo la cabeza con confusión al escuchar aquello - vete por allí a buscar a alguien más, que a mí no me interesa, ¿Sabes por qué? - negó con la cabeza confundida - porque estoy harta del amor, todas son iguales solo vienen por una noche de sexo y yo estoy harta dejo de ser divertido hace mucho - vio la copa ser empinada con completa tranquilidad - el amor es una mentira, una farsa… así que mejor búscate otra mujer, yo estoy harta del amor y el sexo.
Se levanto confundida alejándose de aquella mujer, más porque su instinto de auto conservación le encendió las alarmas que otra cosa, sentía que aquella mujer le iba a arrancar la cabeza solo por saludarla, aunque mientras rodeaba la barra analizaba con profundidad sus palabras, se sentó con tranquilidad en otra parte observando al bar tender localizándola para ubicar su refresco al frente.
-A mi novia le encanta ese refresco - se giro a la derecha enfocando a una joven que miraba el refresco como si fuera el santo grial, por lo que abrazo la latita por inercia - es una mujer encantadora, comprensible y le encanta tomar ese sabor de refresco - la vio dar un suspiro cansado - pero es tan desesperante, llevo tres años con ella y me vuelve loca- afirmo golpeando la barra molesta - siempre tiene que tener la jodida razón en todo y si no se hace como a ella le gusta estalla, porque es comprensiva con todas menos conmigo- vio la chica apretar los puños con enfado- ojala la pudiera dejar, pero creo que estoy demasiado acostumbrada a ella ¿sabes?, es costumbre el maldito amor se fue hace mucho…. El amor esa jodida fantasía que te crean dura un mes como mucho y luego te ves atrapada en un infierno interminable con esa mujer…. Un consejo para ti, cuando sientas que es amor ignóralo- asintió por inercia- porque es esclavitud de por vida… con un nombre elegante - sonrió a modo de agradecimiento levantándose en el acto.
Ya temía sentarse al lado de quien fuera en aquella barra porque todas esas mujeres parecían terriblemente amargadas, se ubico en una esquina algo alejada esperando no llevarse otra conversación desagradable, finalmente pudo probar su refresco valorando la breve tranquilidad que le obsequiaba el momento -Buenas Noches- la voz suave la hizo voltear a enfocar a una chica que le sonreía con encanto tomando asiento a su lado -es un día inusual para venir al bar.
-Algo- respondió con tranquilidad respirando profundo.
-No es que los lunes sean malos días, es que la mayoría que viene es porque necesita olvidarse de algo o de alguien- enfoco a la chica con interés al escuchar aquello - a mí me gusta venir simplemente porque es un día tranquilo.
-Tienes un concepto bastante particular de tranquilidad- dejo escapar bebiendo de su gaseosa de nuevo mientras escuchaba la suave risa a su lado.
-Bueno es tranquilo mientras no hables con las locas decepcionadas de la vida de la barra- se giro a mirarla con seriedad.
-Tienen razón en mucho de lo que dicen- rebatió al instante- el amor en general es una estupidez que se invento en la era del inicio del romanticismo medieval, antes de eso los matrimonios eran arreglados y ¿Alguien está dispuesto a decir que esas parejas no se enamoraban?, claro que no… porque el amor no existe - concluyo Andrea con vehemencia_ simplemente es otro nombre que se le da a la costumbre.
-Tienes en tus manos un argumento bastante convincente y sin embargo a la vez débil, si el amor es otro nombre de la costumbre, simplemente no se buscaría a la pareja a lo largo de la vida - Andrea ladeo la cabeza al no comprender aquello - amor y costumbre parecen lo mismo sin embargo no lo son , básicamente porque la costumbre pasa a formar parte del amor - levanto una ceja en clara señal de descuerdo con lo que aquella joven de ojos de color azul profundo le decía - no quiero que mal entiendas la costumbre es dañina para el amor si pasa a envolverlo del todo, pero lamentablemente es parte activa de la vida, en cuanto a lo del romanticismo es verdad lo que dices, pero - vio el dedo levantarse con suavidad mientras la chica al parecer hacia una pausa algo dramática - el concepto de amor es más viejo que eso - vio los ojos enfocarla con intensidad mientras sentía su cara arder de golpe - porque el amor es parte del ser humano mismo…algo integro en su naturaleza, el romanticismo simplemente creo conceptos y preceptos de perfección hacia la persona amada o el tipo de amor que se desea que vinieron a ser irreales e inalcanzables.
-Esta es una conversación un poco rara para un bar un lunes en la noche ¿no crees?- sonrió con encanto se sentía extrañamente bien con aquella chica.
-Y tú eres una coqueta- le dijeron provocándole una risa divertida - aunque algo triste - Andrea miro a la joven con sorpresa por eso último - como te decía ese concepto es el que hace que todas estén algo amargadas - Andrea tiro de su silla acercándose más a aquella chica que no la rechazo para nada.
-¿Y qué sabes tú de estas mujeres?- quedamente casi con complicidad.
-Veras aquí hay algunas que te dirán que el amor no existe, porque todas quieren una noche de sexo- con tranquilidad - el sexo es una forma que se busca para mitigar la soledad, a veces estamos tan desesperados que no somos capaces de identificar a esas chicas que simplemente buscan una noche de sexo -la vio ladear la cabeza - tampoco tiene nada de malo una noche de sexo, siempre y cuando estés dispuesto a pagar el precio por ella, que es en ocasiones sentirte le doble de vacío… si has pasado por tantas chicas que quieren solo una noche de sexo quizás debas replantearte lo que proyectas.
Andrea escucho aquello asintiendo a mirar a la mujer en la barra que tomaba con desatención, pero a la vez provocando con la mirada a las chicas que pasaban por allí, por eso se le había acercado parecía una persona interesada en una aventura momentánea, miro a su acompañante que sonreía al parecer con alegría al ver que comprendían sus palabras.
-Ahora- continuo la joven - encontraras también a la que odia a su pareja pero no la deja por costumbre, se dice que los cobardes siempre tienen una excusa, además que siempre es más fácil ver los defectos ajenos, la vida de pareja no es un juego y el amor de verdad consiste en amar virtudes y defectos por igual, no intentar cambiar a quien amas y ser valiente para darte cuenta que cuando no le haces bien a esa persona debes dejarla continuar su camino, las que se vienen a quejar a los bares de sus parejas… yo creo personalmente que se quejan de su propia incapacidad de amar como se debe.
-¿Amar cómo se debe?- cuestionó divertida al ver la actitud seria en las palabras que contrastaba tanto con aquella sonrisa que lucía, se sentía tan lindo verla que simplemente dejo caer su cabeza en la barra con encanto enfocándola… ¿A quién le recordaba?
-Amar como se debe es enojarte con quien amas, acostumbrarte si bien es cierto a sus virtudes y defectos, pero también reconocer tus propias virtudes y defectos, ser capaz de desarrollar un equilibrio porque después de todo son dos personas diferentes y sus diferencias son lo que enriquecen sus vidas….el amor no es costumbre, pero la costumbre a veces se convierte en amor - la miro confundida unos instantes - amas cuando cada día te llevan el desayuno a la cama, amas la sonrisa que ves siempre, amas el gesto de enfado… lo amas y estas acostumbrada a ellos… es costumbre de quien amas en ocasiones hacer ciertos gestos pero no por ello los amas menos - la enfoco con sorpresa ante aquello.
-¿Y si te digo qué el amor no existe? - sin dejar de sonreírle y mirarla con esa extraña tranquilidad con que la sola presencia de aquella chica la había embargado.
-Entonces te diré que no comprendes la vida - parpadeo al escuchar aquello - porque la vida misma está hecha de amor… y aunque no reconozcas el sentimiento es el que en ocasiones te hace sonreír al sentir la brisa del viento en tu cara… porque tu corazón está hecho de amor y el amor te envuelve… es la base de tu alegría porque el amor tiene mil caras y formas…
-¿Y si lo dañe? - tan quedamente que apenas era audible - si lo llene de odio… para olvidarlo, si quiero olvidarme de él… si… si…
-Si te sigues mintiendo solo te lastimaras más - se enderezo al escuchar aquello - cuando dañas a alguien solo debes pedir perdón con sinceridad, si te aman tanto como tu amas… te perdonaran…
-Hice algo terrible - murmuró de nueva cuenta - y ya no quiero ser la misma persona, no quiero seguir sufriendo, quiero vivir diferente y…
-No tiene nada de malo querer vivir diferente - escucho que le decían con suavidad - siempre y cuando te sientas bien contigo misma… pero recuerda que el sufrimiento es el que te permite identificar la alegría.
-¿Cómo?- cerrando los ojos al sentir una suave caricia sobre su cabello que la lleno de tranquilidad de nuevo.
-La existencia de Caín es lo que te permite amar a Abel- sonrió suavemente al escuchar aquello -recuerda siempre que el ser humano es el único animal capaz de regresar sobre sus pasos y corregir sus errores, solo pide perdón en el momento adecuado - abrió los ojos al sentir la mano retirarse y a la joven enfocando a algún lugar perdido del bar - tengo que marcharme pero si aun necesitas hablar ven a verme aquí… estaré esperándote…
-Gracias- murmuró quedamente
-Y Andrea… no pierdas la fe, por favor - la vio levantarse silbando una canción que se le hacía extrañamente familiar, se giro enfocando a Karina que al parecer había conseguido una presa y negó con la cabeza para respirar profundo disfrutando de la paz que sentía para sonreír suavemente degustando su refresco… “pero yo nunca le dije mi nombre” murmuro quedamente parpadeando sorprendida.
Herendira dio un suspiro cansado mirando al joven de cabellos negros que le acompañaba en aquella cena, el hijo del empresario amigo de su padre… demasiado engreído para su gusto, demasiado altanero para su bien y muy pero muy…. Hablador a su criterio - sus ojos claros se pasearon por aquel restaurante con algo de pereza antes de regresar a su acompañante y su tratado sobre el comercio internacional, volteo los ojos en blanco pidiendo paciencia al universo mientras jugueteaba con la ensalada que había pedido.
-¿Y qué piensas del intercambio comercial?- el chico.
-Que es una completa falta de juicio que un tercio de las naciones tengan la cantidad necesario de granos y alimentos para el resto del mundo que muere de hambre…- vio como la miraban parpadeando un par de veces antes de que el chico estallara en risas provocándole respirar pesadamente antes de escuchar con desatención la alharaca de su acompañante.
Era lunes podría haber ido a ver a Vanessa a su casa, pasar a saludar en lugar de estar con un tipo así de insoportable que tampoco tenía de que presumir a su criterio, por más alto, guapo y bien vestido que estuviera, la realidad es que no le llegaba ni a los talones a su oficial Savedra.
Desvió los ojos a la ventana descorazonada, era una noche linda lo que era un milagro porque últimamente no paraba de llover, las calles pululaban de personas incluso había un viento algo frío que le hubiera permitido abrazarse a Vanessa con la excusa perfecta y ella desperdiciaba todas aquellas perfectas condiciones en una cena con un idiota porque no sabía decirle que no a su padre.
Echo la cabeza para atrás momentáneamente mirando el techo, Vanessa nunca la llevaría a un restaurante pomposo como aquel, para nada lo más probable es que la hubiera sacado a dar la vuelta por la ciudad y hubieran acabado cenando en cualquier sitio mientras conversaban sin cesar, era increíble que alguien educada en medio de lujos como ella disfrutara aquellas sencillas acciones o quizás las disfrutaba porque era ella la que se las obsequiaba.
-Explícame de nuevo ¿Porque me someto a esta humillación digital? - Virginia viendo la leyenda en la pantalla de su computadora que decía “Tu Pierdes” para escuchar la respuesta a su pregunta.
-Porque estoy algo aburrida y aun no tengo sueño - le respondió la voz desanimada de Vanessa que hacía eco en sus audífonos.
-Pues podríamos buscar un juego de búsquedas en que tu personaje no acabe asesinando al mío irremediablemente - dejo escapar viendo a su gladiadora resucitar y la arena de combate ser transformada en otra.
-Algún día me ganaras - rió con tristeza nunca le lograría ganar a Savedra - anda Virginia ¿Hace cuánto no jugamos?
-Meses, siempre pasabas ocupada- sonriendo relajándose y ubicando un poderoso escudo a su personaje- lo que me lleva a preguntar ¿A qué se debe tu grado tan elevado de violencia para conmigo?- rió suavemente.
-Herendira tiene un cita- levanto la ceja viendo como el conteo de la pelea en la arena iniciaba - al parecer su padre tiende a establecerle citas con posibles prospectos a maridos -vio la cabeza de su gladiadora volar de una, en esta ocasión no había podido ni defenderse.
-¿No le pediste exclusividad?- dejando de jugar al escuchar un pesado suspiro en sus auriculares - Vane seamos honestas esa chica te encanta, ¿Por qué no le pediste exclusividad?
-Ella me gusta y yo le gusto - escucho la afirmación algo suave y juraría ella avergonzada - pero es una chiquilla y no tenemos nada formal de hecho aun nos estamos conociendo… simplemente sentí que no tenía derecho a pedirle exclusividad.
-¿Ya la besaste?- pregunto escuchando la suave negación antes de dejar ir su cabeza hacia adelante golpeándola contra el escritorio de su computadora - Pues primero le vas a pedir exclusividad y segundo le vas a dar el beso más apasionado que te salga para que ni siquiera tenga oportunidad de darte una negativa.
-Virginia eso es una completa tontería - se volvió a golpear la cabeza al escuchar aquello - digo ya es bastante malo que me guste una chica de dieciocho años y que además Clarisse y mi familia la adoren - abrió los ojos con sorpresa al escuchar lo que parecía un suspiro dolorido - es una niña Virginia, soy simplemente la novedad…. Ya se le pasara como a todas - vio la pantalla cambiar mientras cuestionaban por otro duelo…
-Bien has tenido malas experiencias lo comprendo - ladeo la cabeza unos instantes - pero esta vez puede ser diferente… digo le gustas, te gusta… se van a conocer, puede que el gustar se transforme en algo más… yo insisto en lo que te dije pídele exclusividad y que de paso aprenda a decirle a su padre que no.
-Es presionarla de más es solo una niña - apretó el control con fuerza algo molesta al escuchar aquello - mira al menos me dijo que saldría con ese chico…
-A mi me vale un santo perejil si te dijo que saldría con ese tipo o no… yo a ti no te veo saliendo con otras mujeres - con severidad.
-Si lo hago- se quedo estática con el control en las manos- ¿No vez el montón de gladiadoras sexys en tu pantalla?- volteo los ojos en blanco al escuchar la risa.
-¡IDIOTA!- grito con enfado - Todo te lo tomas a la ligera…- acepto la pelea acomodando a su gladiadora - pero sabes que es cierto lo que te digo, consíguete otra chica linda sal con ella y veras a la paletita exigiendo exclusividad.
-Mira tú ese consejo es más divertido - se congelo al escuchar el tono travieso -puede que lo use…
-¡CARAJO DEJA DE CORTALE LA CABEZA A MI GLADIADORA!- grito enfadada -¡MALDITO JUEGO EN LINEA ESTUPIDO!- respiro profundo -eres demasiado malvada… en el juego y con la pobre niña si piensas generarle un ataque de celos.
-La idea no fue mía, fue tuya- escucho que le decían por lo que mando un mensaje al juego esperando la reacción de su amiga -¡CÓMO QUÉ GALLINA!- rió quedamente al escuchar el grito molesto -¡TENGO MÁS VALOR EN UN DEDO QUE TU EN TODO TU CONDENADO CUERPO!- rió de nuevo divertida.
-Entonces dile que quieres exclusividad- afirmo divertida aceptando el nuevo duelo sin previo aviso y atravesándole el corazón a la gladiadora de Vanessa - Digo no es como si le pidieras matrimonio, simplemente le pides ser igual de valiente que tu.
-¡ERES UNA CONDENADA TRAMPOSA!- rió al escuchar aquello_ simplemente no lo quiero arruinar, porque Virginia de verdad me gusta y mucho…
-Lo sé, pero hazme caso… estoy segura que cuando se lo digas reventara de alegría- hizo una pausa meditando las consecuencias de lo que diría a continuación - porque después de todo amiga eres un monumento de mujer.
-Es verdad- vio a su gladiadora suspenderse en el aire en un combo fatal y aseguraría que su pantalla se pringo de sangre, incluso sintió a su corazón encogerse - y es la última vez que me ganas Virginia…
-Me alivia estar jugando y no en un café contigo salvaje- afirmo pálida del todo…
El sacerdote observo fijamente a la chica que llevaba todo el día sentada en aquella banca, incluso había estado en el ensayo del coro, pero no se movía siquiera parecía inmersa en su propio mundo, dudo varias veces en acercarse o no a ella temiendo ser inoportuno del todo.
En los años que llevaba al frente de aquella iglesia observo en diversas ocasiones a fieles ir y venir, pero ninguno estar sentado estático tantas horas con los ojos cerrados reflejando tanta paz, porque esa era la razón de que no se acercara aquella chica no parecía atormentada por algo, simplemente reflejaba una gran tranquilidad cosa que lo desubicaba…
Se acerco despacio a la joven evitando interrumpirla y fue cuando escucho el suave murmullo “ No temeré la noche tormentosa porque tu amor y misericordia guían mi vida”- la observo con sorpresa estaba rezando- “no temeré al camino lleno de espinas o la pendiente que parece infinita porque tu amor me acompaña”- contuvo la respiración al escuchar la profundidad y matiz cálido de aquella voz- “Aun cuando mi fortaleza falle, mi fe me mantendrá en pie, oh amado señor llena de paz mi corazón, no dejes que la ira reine en mi alma y guie mis pasos… dame sabiduría para aceptar lo que no puedo cambiar, pero la fuerza suficiente para intentar cambiarlo”- miro alrededor notando la iglesia desierta del todo- “perdona mis errores, el daño que en mi ignorancia hice a aquello que más amo en mi vida, permíteme reparar mi error y hacerme digna de su amor, perdóname por no ver lo que con tanto esmero ubicaste en mi camino por cegar mis ojos al más grandioso de los sentimientos”- los ojos azules se abrieron con intensidad- “no tengo miedo de lo que debo hacer, pero necesito paciencia y fortaleza ante lo que me enfrentare”
Vio la chica llevarse la mano al pecho buscando algo que al parecer no estaba allí antes de dar un suspiro dolorido poniéndose de pie enfocándolo unos instantes antes de girarse encaminándose a la salida -¿Vas a la guerra?- cuestiono viendo a la chica que detuvo sus pasos.
-Una que yo misma me cree, al cegar mi corazón - la vio levantar la vista enfocando el altar mayor - pero si la gano la recompensa será maravillosa.
-Entonces ve con Dios- con suavidad -y no claudiques en tu empeño.
-No lo haré padre… porque perdería mi vida si lo hago…. Y ella no merece que me rinda…
El aire nocturno sacudió su cabello con fuerza, generándole un malestar en el hombro acompañado de un suave escalofrío, bajo las gradas con suavidad…. Sin duda debía ser fuerte, pero tenía claro que haría de ahora en adelante…
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Espero que stefani ya mire a andrea muy buen capitulo excelente historia.
ResponderEliminarMe encanta! Te juro que cada capítulo es mejor...la historia se pone más y más interesante.
ResponderEliminarVaya... Ahora si esta progresando un poco la cosa, gracias a cierto personaje a hecho reflexionar a Andrea espero que lo tome en cuenta y se deje de tanta pendeja de odiar, aprenda a perdonar y que busque a Estefani, tambien se disculpe con Herendira.
ResponderEliminargenial la historia espero que no termine la historia en tragedia como el titulo dice no me olvides pues no quiero que maten a vanesa cuando cumpla los 33 y no quiero que haya suicidios con la historia -.-, esperando con emocion el proximo capitulo
ResponderEliminarGenial! Que historia tan original y sorprendente igual que muchas lectoras estoy al tanto de cada capitulo.Adoro a Estefani y Andrea!
ResponderEliminarme encanta la historia es intensa en sus pesonajes
ResponderEliminarTE felicito tu historia me tiene atrapada y cada vez esta más interesante.
ResponderEliminarGracias por escribir y publicar.
saludos