¿Cómo tener hijos, en una pareja lesbiana?
Muchas mujeres que forman parejas estables, incluso contrayendo matrimonio con sus novias, sueñan con ampliar sus familias con hijos. Entre las mujeres lesbianas, existen distintas posibilidades para conseguir convertirse en madres. Vamos a explicar aquí las más relevantes.
Adopción de hijos por parejas del mismo género
En Estados Unidos, entre los años 2000 al 2009, se duplicó el número de adopciones por parte de parejas del mismo sexo, según el informe del censo que publicó el New York Times. Mientras que en el año 2000 solo el 8% de parejas homosexuales que figuraban en el censo declaraban haber adoptado un niño o niña, en el 2009 el porcentaje había ascendido al 19%.
Este es un dato prometedor, a pesar de las distintas realidades legales que se viven en un territorio tan amplio y con tan distintas legislaciones en los distintos estados. Por ejemplo, cada vez hay más estados que permiten la unión matrimonial gay o lesbiana, pero en otros no solo está prohibida sino que también lo está la adopción de niños por parte de la familia homoparental. Lamentablemente, mientras esos posibles padres o madres en potencia no pueden acceder a hijos adoptados, unos 115.000 niños se encuentran en espera de una familia que les acoja.
En otros estados, como Florida, aunque no se permita la unió legal homosexual, se determina constitucional el derecho de los homosexuales a la adopción.
Según estadísticas del tema, más de 65.000 niños adoptados lo han sido en familias de personas LGTB.
Inseminación artificial o reproducción asistida
Este método es el más recurrido por las mujeres lesbianas, aunque compite desde muy cerca con la adopción. Para las mujeres, es mucho más sencillo convertirse en progenitoras biológicas que para los hombres, y la mayoría de lesbianas que desean tener hijos aprovechan esa circunstancia. La inseminación artificial, o reproducción asistida, es un método médico de fecundación cada vez menos costoso de realizar, tanto económica como científicamente. Existen bancos de semen, donde la futura madre puede elegir por catálogo (o no) al donante; o también puede recurrirse a donantes privados, concertados por la propia interesada.
En la mayoría de países civilizados cualquier mujer puede someterse a una inseminación artificial, sin necesidad de dar explicaciones sobre su situación particular. Solo en algunos, como Argentina, se hace complicado inscribir a los pequeños nacidos de ese modo, sin la tutoría de un supuesto padre. Reconocer administrativamente a los niños como hijos de una pareja lesbiana también puede resultar un obstáculo a superar, en algunas naciones.
Pero hasta elegir quién de las dos mujeres de la pareja será la madre biológica puede solucionarse: por ejemplo, el año 2009 en España, nació la primera bebé hija de ambas integrantes de la pareja. Una de las madres ofreció su óvulo (fecundado con semen anónimo) y la otra lo gestó.
Hijos de una relación heterosexual
También es habitual que muchas mujeres lesbianas admitan tener relaciones heterosexuales para conseguir quedarse embarazadas. Suele ser con algún voluntario que acepta la condición de desentenderse del futuro hijo.
El caso de mujeres que han aceptado o descubierto su lesbianismo cuando ya estaban casadas y con hijos, es cada vez más común. Estas mujeres, suelen acabar separándose de sus parejas heteros y formando una familia homoparental, a la que incorporan sus hijos. En esas circunstancias, lo que se hace más difícil es compartir legalmente la custodia de los niños con la nueva pareja, en vez de con el padre biológico, aunque a todos los efectos ambas mujeres se hagan cargo de la crianza de los pequeños.
Madres lesbianas en solitario
Sea cual sea el método de reproducción escogido, una mujer también puede ser madre “soltera”. Algunas lesbianas desean experimentar la maternidad, aún no teniendo pareja estable. Como en el caso de las heterosexuales que eligen ser madres en solitario, el mayor problema puede darse a la hora de encontrar pareja que acepte a esos niños.
Lo importante cuando se toma la decisión de tener hijos, es que el deseo de ser madre vaya impulsado por el amor a esos niños y la determinación de cuidarles y protegerles siempre. Ser madre es el más sacrificado y hermoso trabajo que existe. Y se es madre o padre para toda la vida.
Por Lola Romero
Fuente: About.com
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