El término pulp fiction lésbica se utiliza para denominar a toda novela pulp de mediados del siglo XX con temas de contenido lésbico. Este tipo de obra se publicó en los años 1950 y 1960 por las mismas agencias editoriales que producían otros subgéneros de novelas pulp fiction, incluyendo westerns, novelas románticas e historias detectivescas. Debido a que prácticamente ninguna otra literatura para y sobre lesbianas estaba disponible en la época, estos libros eran a menudo la única referencia que se tenía (tanto el público en general como las propias lesbianas) para imaginarse lo que era la realidad lésbica. Stephanie Foote de la Universidad de Illinois ha comentado la importancia de las novelas de pulp lésbicas para la identidad lésbica anterior al feminismo:
Las novelas pulp han sido entendidas como signo de la historia secreta de sus lectoras y han sido apreciadas porque fueron muy leídas. Es decir, cuanto más se han leído, más se han apreciado porque cuanto más han sido leídas, más estrecha ha sido la relación entre su distribución y su lectura y la construcción de una comunidad lésbica [...] Los personajes emplean la lectura de las novelas como una forma de comprender que no están solos en esta situación. (Stephanie Foote)
La escritora Donna Allegra explica la razón por la que compraba las novelas, «No importa cuán avergonzada y ruborizada me sentía cuando iba a la caja registradora a comprar esos libros, me era absolutamente necesario tenerlos. Los necesitaba de la misma manera que necesitaba comida y refugio para sobrevivir.» (Yvonne Keller)
Las novelas de ficción pulp obtuvieron su nombre del papel, realizado de pulpa de madera barata, en las que estaban impresas.(Nota: las novelas de ficción pulp de las décadas de 1950 y 1960 evolucionaron a partir de las revistas pulp de las décadas anteriores) Estos libros eran vendidos en droguerías, quioscos de revistas, terminales de autobús y otros lugares en los que se pudiera buscar entretenimiento barato y de consumo. Los libros eran lo bastante pequeños para caber en un bolso o un bolsillo trasero de un pantalón y lo bastante baratos para tirarlos una vez leídos.
Desarrollo del género
Desde principios a mediados del siglo XX, sólo había sido publicado un puñado de libros con personajes lésbicos que tuviesen relaciones con mujeres. Pero tras la II Guerra Mundial apareció una tendencia subversiva en la publicación que permitió que se escribieran libros baratos y de gran distribución que trataban temas «sucios», como drogas, pandillas de delincuentes, trata de blancas, crimen, asesinato y homosexualidad. Debido a que no era literatura respetada, no fue censurada. En cuanto a la ficción lésbica, estos libros eran los únicos disponibles para una mayoría, en la mayoría de lugares en los que no se había tenido acceso a información o a historias que incluían a personajes lésbicos.
Cientos de títulos de este género fueron publicados entre 1955 y 1969, y millones de ellos fueron vendidos. El hecho no era parte de algún tipo de «agenda» o plan de los editores: simplemente estaban ganando mucho dinero.(Joke Hermes) Sin embargo, a pesar de lo corrientes que eran estas novelillas, comprarlas y leerlas era para muchas mujeres el equivalente a decir al cajero que eran lesbianas. La escritora Joan Nestle las llamaba «libros de supervivencia» y describe la acción de comprarlos como:
El acto de coger uno de estos libros de la estantería de la droguería y pagarlo en la caja era una acción aterradora y difícil para la mayoría de las mujeres. Esto era especialmente así durante el ambiente creado por los juicios de McCarthy [...] Aunque insulsos desde el punto de vista de hoy, [...] estos volúmenes eran tan amenazadores que las mujeres los ocultaban, quemaban o los tiraban. (Joan Nestle)
Women's Barracks
La primera novela pulp que retrataba una relación lésbica fue publicada en 1950: Women's Barracks («Cuarteles de mujeres») de Tereska Torres, editada por Gold Medal Books. La historia era un relato semificticio de las experiencias de Torres en las Free French Forces en Londres durante la II Guerra Mundial. Women's Barracks vendió 4 millones de copias y fue seleccionada en 1952 como ejemplo sobre cómo las novelas baratas estaban impulsando la degeneración moral en el comité del Congreso sobre materiales pornográficos. (Women's Barracks - Tereska Torres Judith Mayne)
Spring Fire y el establecimiento de una fórmula
Teniendo en cuenta el éxito de Women's Barracks, no es sorprendente que Gold Medal Books publicara otras novelas de tema lésbico. De hecho, publicaba libros contra la homofobia.(Yvonne Keller)
Spring Fire («Fuego de primavera») de Marijane Meaker, que lo firmó bajo el seudónimo de Vin Packer, es considerada la primera novela de ficción lésbica pulp, ya que el argumento se centraba en la relación de los dos personajes principales (en la novela predecesora Women's Barracks se examinaban diversas relaciones). Spring Fire, que fue publicada por Gold Medal Books en 1952 y vendió más de un millón y medio de copias, trata sobre dos chicas universitarias, Mitch y Leda, que se enamoran y tienen una aventura. Cabe destacar que el editor dispuso que, debido a que los libros se expedían por correo y que cualquier cosa enviada a través del U.S. Postal Service estaba sujeta a la censura del gobierno, debía asegurarse de que no pareciese que los libros de su editorial hacían proselitismo de la homosexualidad.7 Así pues, ningún personaje podía ser homosexual y continuar siendo feliz hacia el final del libro. O bien el personaje debía convertirse en heterosexual y terminar con una pareja masculina, o bien seguir siendo homosexual y morir, enloquecer o sufrir otro fin desgraciadamente trágico similar. Por consiguiente, los finales trágicos de Women's Barracks y Spring Fire (suicidio y locura) fueron una constante en las novelas de pulp lésbicas.
Aunque inicialmente la novela fue publicada con tapa dura y, por tanto, técnicamente no era una novela pulp, enseguida estuvo disponible en encuadernación en rústica.
La primera excepción a la fórmula del final trágico para los libros de temática lésbica fue la novela The Price of Salt («El precio de la sal», también conocida como «Carol») escrita por Patricia Highsmith, bajo el seudónimo Claire Morgan. Sin embargo, los finales satisfactorios para las mujeres que aceptaban su homosexualidad siguieron siendo escasos.
Temas tratados
Los temas tratados y la calidad de los libros variaba enormemente. Los autores de pulp lésbico eran tanto hombres como mujeres y a menudo empleaban seudónimos —los autores masculinos empleaban a menudo nombres femeninos. Una retrospectiva resumía el género como «la vasta mayoría de estas novelas lésbicas fueron escritas por hombres para satisfacer las fantasías de hombres heterosexuales [...] Pero quizás 40 o 50 novelas (pulp) fueron escritas por mujeres y también fueron lo bastante buenas para convertirse en clásicos clandestinos [...] Los pulp alcanzaron asimismo a lesbianas aisladas de pueblos pequeños que podían leerlos y darse cuenta de que no eran las únicas lesbianas del mundo.» (Roberta Yusba)
La escritora Yvonne Keller divide los libros pertenecientes al pulp lésbico en subclases que denomina pro-lesbian («pro lésbico») y virile adventures («aventuras viriles»). Los libros pro lésbicos eran generalmente sobre y para mujeres, describían una historia de amor entre mujeres, tenían personajes bien desarrollados y tendían a no incluir encuentros sexuales gráficos o gratuitos. Las aventuras viriles estaban más centradas en los hombres, por lo menos con un personaje principal masculino e incluyendo descripciones explícitas de sexo. La autora Paula Christian describió su inspiración para escribir durante este periodo: «la ficción contemporánea mostraba tal inestabilidad, violencia y sensacionalismo [...] simplemente quería mostrar el otro lado.» (Ivonne Keller)
Sin embargo, la mayoría de los libros del género extendían los mitos sobre las lesbianas y el lesbianismo. Mujeres que son abandonadas por los hombres pueden ser seducidas y violadas por lesbianas predadoras (habitualmente marimachos). La descripción del lesbianismo en las prisiones, el ejército e internados fue un tema muy empleado. El lesbianismo era relacionado a menudo con otros temas que eran considerados salaces o escandalosos en la época: brujería, satanismo, BDSM, orgías y voyeurismo.(Zimet, Jaye. Strange Sisters: The Art of Lesbian Pulp Fiction 1949 - 1969. Penguin Group, 1999)
Barbara Grier, que creó Naiad Press, llamó a los años entre 1955 y 1965 la edad de oro de la ficción pulp lésbica. Grier reeditó muchos de los libros de esta época en la década de 1980 en las editoriales Naiad, y las editoriales Cleis y Feminist las han vuelto a reeditar. Varios de los autores de esta «edad de oro» pueden ser destacados por su contribución a la literatura gay y lésbica y la creación de una identidad lésbica anterior a la llegada del feminismo
Ann Bannon

Bannon escribió: Odd Girl Out, 1957 Gold Medal Books; I Am a Woman, 1959 Gold Medal Books; Women in the Shadows, 1959 Gold Medal Books; Journey to a Woman, 1960 Gold Medal Books; The Marriage, 1960 Gold Medal Books; Beebo Brinker, 1962 Gold Medal Books
Valerie Taylor

Taylor escribió: Whisper Their Love, 1957 Gold Medal Books; The Girls in 3-B, 1959 Gold Medal Books; Stranger on Lesbos, 1960 Gold Medal Books; A World Without Men, 1963 Midwood-Tower; Unlike Others, 1963 Midwood-Tower; Journey to Fulfillment, 1964 Midwood-Tower
Marijane Meaker

Meaker escribió: Spring Fire, 1952 Gold Medal Books; We Walk Alone, 1955 Gold Medal Books; We Too Must Love, 1958 Gold Medal Books; Carol in a Thousand Cities, 1960 Gold Medal Books; We Two Won't Last, 1963 Gold Medal Books; Take a Lesbian to Lunch, 1972
Marion Zimmer Bradley

Bradley escribió: I am a Lesbian, 1962 con el seudónimo Lee Chapman; No Adam for Eve, 1966 como John Dexter; My Sister, My Love, 1963; Twilight Lovers, 1964; The Strange Women, 1967 como Miriam Gardner; Spare Her Heaven, 1963; Anything Goes, 1964; Knives of Desire, 1966 como Morgan Ives.
Portadas
Las novelas de pulp lésbico tenía portadas morbosas, chillonas y excitantes. Aunque muchas mujeres (lesbianas o no) compraban y leían estas novelas, los editores las comercializaban pensando en el público masculino, como fantasías eróticas. Las portadas podían contener unas pocas líneas de texto provocativas, que debían atraer la atención sobre la naturaleza sexual y escandalosa de lo que había entre las cubiertas. Los editores incluían palabras como twilight («crepúsculo»), odd («raro»), strange («extraño»), shadows («sombras») y queer en los títulos.(Suzanne Walters) La autora Ann Bannon ha afirmado que los hombres interpretaban las portadas de forma literal, atraídos por las escenas de mujeres semidesnudas en un dormitorio, y las mujeres interpretaban las portadas de forma irónica: dos mujeres mirándose o una mujer de pie y otra en la cama, con las palabras clave strange o twilight, significaba que el libro tenía contenido lésbico.
Decadencia
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Fuente: Wickipedia
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